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sábado, 1 de febrero de 2025

Relato erótico de Karen, una mujer infiel

Hoy quiero compartir con ustedes un relato que encontré en la red, anónimo como muchas de las historias que nos seducen con su audacia y sensualidad. "Karen, una mujer infiel" es una narración que nos sumerge en la vida de una mujer que decide explorar su lado más osado, desafiando las reglas del compromiso y entregándose a la tentación.

La historia está llena de detalles picantes y momentos de tensión sexual, donde Karen se deja llevar por el deseo y la pasión, viviendo experiencias que cambiarán su vida para siempre. Este relato es perfecto para quienes disfrutan de las historias que exploran la infidelidad y los secretos más íntimos.

Si te atrapa la narrativa de "Karen, una mujer infiel" y quieres seguir explorando este tipo de fantasías, te recomiendo adentrarte en la colección "Relatos Eróticos de mujer infiel", donde encontrarás más historias llenas de pasión, engaños y encuentros prohibidos. 

¡Espero que estas historias te lleven a un mundo de fantasías ardientes y te dejen con ganas de más!

Relato erótico de Karen, una mujer infiel

Relato erótico de Karen, una mujer infiel

Karen es una mujer de un rostro hermoso y una figura envidiable y además era madre soltera cuando conoció a Camilo, un joven trabajador quien se enamoró perdidamente de su belleza y sus voluptuosos atributos a tal punto de llevarla a vivir con su hijo a su casa en una quinta de la ciudad. Karen sentía que había encontrado por fin al hombre perfecto y se amaban tanto que tuvieron una bebé a la que adoran.

En esa quinta Karen se hizo amiga de Paola, quien convivía con su pareja Julio y ambos tenían una niña, pero Julio tenía otros hijos de un compromiso anterior. Karen no comprendía cómo una chica guapa como Paola se fijó en Julio, era un poco gordo, moreno, algo calvo y no tan atractivo por decir lo menos, además de lo complicado de su situación con su ex pareja.

Karen algunas veces había notado que Julio la miraba de pies a cabeza cuando ella no lo veía y hasta creía notar algo extraño en su mirada que la incomodaba pero nada más.

En una fiesta vecinal por año nuevo, todos se pasaron de copas y Camilo se quedó dormido en una silla, mientras que Julio no tomó mucho porque tenía que trabajar al día siguiente. Karen bailaba con los vecinos y al ver a Julio sentado lo invitó a bailar, cosa que aceptó avergonzado.

Una vez bailando Karen que estaba bajo los efectos del alcohol se pegó demasiado a Julio que la miró sorprendido

—Aprovecha el momento Julio, abrázame, yo sé que quieres hacerlo.

—Estás ebria Karen, además tu marido está por allá y mi mujer puede vernos.

—Mi marido esta borracho, más bien ayúdame a llevarlo a casa.

Sin esperar más, Julio ayudó a cargar a Camilo hasta su cama y una vez ahí lo dejó durmiendo, pero al salir estaba Karen en la sala y le invitó un trago

—No puedo beber mucho, tengo que trabajar

—Entonces no bebas, pero quiero que me digas cómo hiciste para enamorar así a Paola

—Es un secreto Karen, y es mejor que no lo sepas.

Al intentar salir Karen sujetó a Julio con fuerza que perdieron el equilibrio, cayendo ambos al suelo, Julio encima de Karen, se miraron a los ojos detenidamente y Karen le dijo

—Muéstrame tu secreto...

Julio la besó con tal pasión que no se lo esperaba, mientras sus manos le quitaban la ropa con una facilidad sorprendente hasta dejarla desnuda. Sus manos recorrían cada centímetro de su cuerpo y su boca besaba cada pedazo de piel hasta llegar a la vagina donde le hizo sentir cosas que nunca soñó, llegando al orgasmo en varias ocasiones, luego le introdujo dos de sus dedos, masturbándola de una manera tan eficaz que a los pocos segundos Karen recién descubría la eyaculación femenina con un grito de pasión.

—Quiero tu pija!. Gritaba Karen

—Todavía no. Decía Julio mientras seguía con su labor. —Primero tendrás que chuparla

—¡Quiero chupártela! ¡Dámela ahora! ¡Te la voy a mamar como nunca!

Julio se saco la verga que era pequeña pero gruesa y se la ofreció a Karen, quien se la metió a la boca como desesperada chupando la cabeza, el tronco y hasta los testículos. Luego la volteó y se la metió por su enorme culo sin previo aviso

—Tienes un delicioso culo, parece que Camilo no lo usa.

—Ay, sigue, éste culo es tuyo y lo será cuando quieras. Camilo no sabe hacerme todo esto, me vuelves loca

—Ahora ya sabes cómo enamoré a Paola

Karen seguía disfrutando de ese grueso pene que destrozaba su blanco culito, luego Julio se acostó y Karen se sentó encima, moviéndose tan salvajemente que ambos terminaron al mismo tiempo.

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Diario de una madre pervertida (Relato erótico)

Hoy quiero compartir con ustedes un relato que encontré en la red, anónimo como muchas de las historias que despiertan nuestra curiosidad y fantasías más íntimas. "Diario de una madre pervertida" es una narración que nos sumerge en los pensamientos y deseos secretos de una mujer que decide explorar un lado de sí misma que nunca antes había dejado salir a la luz.

Este relato, escrito en forma de diario íntimo, es audaz, sensual y lleno de detalles que te mantendrán enganchado desde la primera línea. La historia explora los límites del deseo y la complicidad, llevando al lector por un viaje de pasión y transgresión.

Si te atreves a adentrarte en este mundo de fantasías prohibidas y encuentras fascinante la narrativa de "Diario de una madre pervertida", te recomiendo continuar con otro relato igualmente provocativo: "Incesto entre madre e hijo". En esta historia, los límites familiares se desdibujan en un encuentro lleno de intensidad y deseo.

¡Espero que estas historias te lleven a explorar nuevas fantasías y te dejen con ganas de más!

madre pervertida

Relato erótico : Diario de una madre pervertida

Seguramente pensaran que soy una demente cuando les cuente lo que pasó hace poco tiempo, yo misma me consideraba una loca antes de que todo ocurriera como ocurrió. Pero déjenme contarles desde el principio como me convencí de que el incesto es lo más hermoso que existe en esta vida. Después si lo desean pueden juzgarme.

Mi nombre es Delia, actualmente tengo 45 años y vivo sola con mi hijo Armando de 25 años. Vivimos solos desde hace ya 3 años que me divorcié de mi marido, él me cambio por una mujer mucho más joven que yo. El problema es que en estos 3 años que llevo viviendo sola con mi hijo ha nacido en mí una terrible obsesión por los hombres jóvenes. Es como si me quisiera vengar de la traición de mi marido haciendo lo mismo que él me hizo a mi primero. He tenido una muy buena cantidad de amantes que no rebasan los 30 años e incluso he estado con chicos de hasta 16 años y me ha producido un enorme placer. Pero en los últimos meses fui incapaz de entregarme a ningún amante pues poco a poco se ha ido metiendo en mi cabeza la idea de entregarle mi cuerpo a mi propio hijo Armando. Cuando lo veo mi cuerpo sufre un escalofrío al pensar en poder estar entre sus brazos y acariciar su pecho musculoso. Mi deseo me provoca que mi vagina se humedezca cada vez que pienso en él, haciéndome imposible vivir una vida normal.

Sin embargo siempre creí que ese deseo era una locura que debía de quitar de mi mente si no quería terminar en un manicomio. Eso fue hasta que conocí por internet a Estrella. Una amiga que conocí en el Facebook mientras buscaba a alguien para platicar sobre el tema del incesto.

Estrella es todo lo que yo anhelo ser, pues a sus 53 años lleva una relación amorosa y sexual que ha durado 15 años con su hijo Mauricio que actualmente tiene 35 años de edad. Cuando me relató como su hijo la hizo suya cuando él tenía apenas 20 años y ella 38 me excité al grado de masturbarme frenéticamente luego de verlos follando al otro lado de la webcam. Ahora Estrella es la esposa de su hijo y su esclava sexual, Mauricio es un verdadero toro semental que mide 2.00 mts y debe pesar por lo menos 110 kilos de puro musculo. Estrella en cambio es una mujercita menudita de menos de 1.70 y que no debe rebasar los 75 kilos. Verlos haciendo el amor a través del monitor fue súper excitante, pero no me esperaba lo que seguiría en los próximos días y que me llevarían a vivir en ese mundo mágico y hermoso del incesto.

Estrella me aseguraba que el incesto entre madre e hijo era de lo más natural y que debía de ser fomentado. Al grado de que Mauricio con un poco de ayuda del dinero que le mandaba su padre ya se había convertido en un joven empresario y construyó un antro dedicado exclusivamente a mujeres como yo; maduras, fogosas y experimentadas que quisieran conocer y tener sexo con jóvenes enérgicos. El antro se llamaba Cougar’s y estaba situado en una zona muy exclusiva, pero a la vez lo suficientemente discreta como para no llamar demasiado la atención. Estrella y Mauricio pusieron tanto interés en mi caso que me propusieron conocerme en persona para platicar y planear la forma de seducir a mi propio hijo. Lo que seguiría sería una montaña rusa de sexo, placer y perversión deliciosa.

Día 1 (Domingo)

El primer día fue un domingo y me invitaron a tomar un café, en una cafetería que por cierto también es propiedad de Mauricio. Lo que me sorprendió más fue que Mauricio no le ponía tanta atención a su madre como me ponía a mí. A pesar de eso Estrella parecía disfrutar de lo lindo mientras veía a su hijo insinuándome propuestas de lo más indecorosas. Cosa que por supuesto me prendió de una manera indescriptible, solo de imaginarme atravesada por ese toro en brama igual que como había visto a mi amiga a través de la pantalla me ponía a mil por hora, por lo que obviamente pronto accedí a jugar el juego que Mauricio me proponía. Sin hacer escalas fuimos directamente del café a casa de Estrella a hacer un menage a trois delicioso. El centro de atención esa tarde fui yo; tanto Estrella como Mauricio me prestaban el 100% de su atención y yo estaba extasiada entre esos dos amantes incestuosos que me invitaban a su mundo fantástico.

Me dejó asombrada la cantidad de juguetes sexuales que tenían a su disposición, así como la lencería y otras prendas sexys que Estrella me presumió y que usó conmigo también. Mauricio me penetró en una docena de posiciones diferentes y estrella no dejaba de tocarme y besarme de mil formas distintas. Mi trasero tampoco se salvó de las embestidas de Mauricio y al final Estrella se puso un consolador con arnés para hacerme una doble penetración. Se nos hizo de noche y ellos seguían dándome placer como si fueran máquinas, no bien se venía Mauricio en cuestión de minutos el semental ya estaba nuevamente asaltándome frenéticamente. Al final mis piernas ya no me respondían, Mauricio me llevó casi cargando a su auto para llevarme a casa y cuando me dejó en la puerta las piernas aún me temblaban.

Me habían cogido salvajemente esa noche y era algo que quería que se repitiera indefinidamente, pero quería a mi hijo en esa experiencia, ahora que había visto cómo vivían Estrella y su hijo, deseaba ser parte de eso también y haría todo lo que fuera necesario para lograrlo. Sí, ya había cruzado la línea, si esto es una locura yo estaba loca de atar.

Día 2 (Lunes)

Estrella me dio varios consejos esa noche para seducir a mi hijo y poco a poco los llevaría a cabo y al pie de la letra. Lo primero que hice el lunes en la tarde llegando del trabajo fue irme directo a mi recamara, ahí me cambie y me puse ropa más ligera. Salí y después de cenar con mi hijo le pedí un masaje de pies. Al principio él estaba sorprendido de mi petición, pero le dije que había tenido un día terriblemente pesado y en verdad necesitaba su ayuda, así que él accedió y se puso en posición, yo me senté en el sillón individual de la sala y él se puso de rodillas frente a mí. Me descalzó y me untó crema en los pies, en cuanto empezó a acariciarlos y a masajearlos yo empecé a estremecerme, casi no podía contener mi excitación, pero debía hacerlo para no espantarlo. Cuando pasó masajeando unos minutos en cada pie le pregunté si sería mucho pedir que siguiera con mi pantorrilla a lo que él accedió de inmediato, se notaba que él también estaba un poco emocionado ya que el estupor del principio había desaparecido y ahora estaba más entusiasta que antes. No tuve que rogar demasiado para pedirle que me acariciara un poco los muslos, lo que hizo con gran diligencia. No fue mucho tiempo el que pasó cuando yo estaba totalmente empapada, con las piernas abiertas y mi hijo tocándomelas, no pude evitar tener un orgasmo, fue cuando le di las gracias por su amabilidad conmigo y me fui a acostar, me fui a mi recamara y tomé un dildo que Estrella me regaló para masturbarme frenéticamente esa noche, lo mejor es que me imaginaba a mi propio hijo haciendo lo mismo en ese momento, haciéndose una rica paja en honor de su madre que tanto lo amaba.

Día 3 (Martes)

Al día siguiente desperté totalmente desnuda, toda la noche tuve sueños eróticos, estaba completamente empapada entre las piernas y súper ansiosa por tener a mi hijo en la cama follándome duro. Lo primero que hice fue masturbarme nuevamente en honor a mi hijo, acto seguido me dispuse a seguir con el plan y me metí a bañar justo antes de que Armando despertara.

Así como salí de la regadera fui a mi recamara y en lugar de vestirme como normalmente lo hacía me puse mi bata de dormir sin nada de ropa debajo y esperé unos minutos a que Armando bajara a la cocina a desayunar.

Comencé a prepararle el desayuno en bata, cada que podía me agachaba para que el me pudiera ver bien y notara que no traía nada puesto debajo. Como estaba de espaldas no podía ver su cara, pero me imaginaba que me estaría viendo con mucha lujuria. Después de eso le lleve su plato a la mesa de la cocina. Me senté frente a él y discretamente deje que la bata se me hiciera a un lado para enseñarle uno de mis senos. Mi excitación era enorme, así que mis pezones estaban bien erectos, si de por si se me notaba por debajo de la bata dejándolos al descubierto era más que evidente.

Ahora sí podía ver la cara de mi hijo, el pobre no probaba bocado pues sus ojos estaban fijos en mi pezón que se asomaba por entre los pliegues de mi bata, yo sonreía satisfecha al ver su cara y su boca abierta casi hasta el suelo. Me encantaba porque sentía que me miraba como a una mujer cualquiera y no como a su madre. Eso era lo que yo necesitaba según Estrella. Después de un rato por fin reaccionó y me dijo que tenía una “bubi” de fuera. Yo fingí estar sorprendida y le dije que por las prisas ni me había podido vestir después de la ducha. Era una pésima mentirosa, pero eso no importaba. La misión estaba cumplida.

Eso fue por la mañana, regresando de trabajar, ya casi de noche, le volví a pedir a Armando un masaje, pero esta vez no en los pies, sino en la espalda. Esta vez el reaccionó de inmediato, no le tuve que dar explicaciones, al instante se puso de pie y aceptó ayudarme. Lo llevé a mi recamara y me recosté boca abajo sin blusa y sin sostén. A diferencia del día anterior pude notar que mi hijo estaba casi ansioso por comenzar, y al momento de empezar el masaje pude sentir sus manos hirviendo en mi espalda. Fue una sensación de emoción y lujuria extremas. Me imaginaba que su verga debía estar a punto de estallar debajo de su pantalón y hubiera dado lo que fuera por tenerlo dentro de mí en ese momento y así aliviar la presión que debía tener en ese momento tocando la espalda de su madre y deseando follarla. Lo sabía, estaba cien por ciento segura que mi hijo me deseaba tanto como yo a él. Pero Estrella me había advertido que el momento llegaría solo, que no debía desesperarme ni dar un paso en falso. Mientras pensaba todo esto, las manos de mi hijo bajaban cada vez más por mi espalda. Decidí ayudarlo y me desabroché el pantalón para dejar un poco de mi trasero al descubierto. Armando entendió de inmediato el mensaje y bajó sus manos aún más hasta acariciarme la parte donde nacen mis glúteos. No sé cómo pude resistir pedirle que bajara más las manos y me acariciara el culo y el coño. Pero me contuve, sabía que el premio estaba lejos pero era casi seguro. Después de una media hora mi hijo terminó de masajearme, yo deseaba más, pero no debía ser golosa, ya habría tiempo para gozar no solo con sus manos sino con todo su cuerpo después. Me di vuelta dejando mis senos descubiertos al aire para que el los viera y le di las gracias. Él salió algo nervioso de la recamara, pero alcancé a ver muy bien como tenía su verga bien erecta. Nuevamente me acosté mojada y me masturbe aún más fuerte que antes pensando en lo que haríamos cuando fuéramos amantes mi hijo y yo.

Día 4 (Miércoles)

Como mi precioso hijo no tomaba la iniciativa era hora de castigarlo un poquito para ver si así se ponía más atento con su madre necesitada de cariño. Ya que darle puerta no funcionaba era hora de darle celos.

Estaba en el trabajo cuando llegó a mí un paquete. Era una caja de cartón sin adornos, solo con una tarjeta que decía:

“No lo abras hasta que llegues a tu casa.

Úsalo esta noche, paso por ti a las 11 P.M.

Atte. Mauricio

P.D. No se te olvide modelárselo a tu hijo”.

Un escalofrío de emoción recorrió mi espina dorsal cuando vi la tarjeta. Mi ángel de la guarda me sonreía y me enviaba una invitación a salir esta noche. Estrella y su hijo no se había olvidado de mí por lo que pude ver y me daba mucha felicidad contar con su apoyo.

Llegué a mi casa como bala y de inmediato me di una ducha, saliendo del baño entré a mi habitación y me puse el atuendo que Mauricio me había regalado. No había olvidado ningún detalle por lo que pude averiguar. Una tanga negra de hilo dental, unas medias de red y un liguero negro, un sostén negro de encaje, un mini vestido gris obscuro metalizado, exageradamente escotado al frente y atrás y totalmente entallado. Y cuando digo mini vestido me refiero a que era increíblemente corto y dejaba muy poco a la imaginación. También incluyó en el paquete algo de joyería como aretes, pulseras y una gargantilla todos con joyas preciosas y por si fuera poco un perfume delicioso y unos zapatos de tacón de aguja negros.

Estaba lista, vestida, perfumada y maquillada. Era la hora del espectáculo. Llamé a Armando a la habitación y le modelé mi atuendo, le pregunté que le parecía y él me miraba estupefacto. En lugar de elogiarme sus celos comenzaron a actuar. Me preguntó que para que era el vestido y si iba a salir a algún lado. Le dije que efectivamente pensaba salir esta noche con un amigo que conocí en internet y le pedí que me deseara suerte. Él me veía asombrado al ver a su madre vestida prácticamente como una prostituta lista para salir así con un tipo casi desconocido. Más aún cuando se daba cuenta de que yo disfrutaba verlo así. Abrí los brazos y le pedí un abrazo para que me deseara buena suerte. Armando estaba atónito pero no se resistió al abrazo. Lo apreté fuertemente contra mi pecho y pude sentir claramente su verga dura, erecta rozando mi entrepierna, también sentí como temblaba, tal vez de emoción, tal vez de miedo o incluso de rabia. El deseaba hacerme suya, estaba segura de eso y disfrutaba mucho este juego.

Mauricio no podía ser más puntual. A las 10:55 ya estaba en la puerta de la casa tocando el claxon. No me atreví a dejarlo pasar, salí de inmediato y me fui con él en su auto, un Lotus Elise amarillo. Él venía muy elegante y bajó del auto a recibirme con un beso. Yo me preguntaba si Armando estaría espiando por la ventana, al pensar que así sería yo misma besé a Mauricio con más pasión y pude sentir sus manos acariciando mis nalgas que ya de por si se alcanzaban a ver un poco con ese vestido tan corto y seguramente ahora estarían completamente a la vista con sus caricias tan candentes.

No fuimos a cenar, ni a bailar, ni a ningún lado más que a su departamento. Aparte de la casa donde vivía con Estrella tenía este departamento para él solo y así poder llevar a sus conquistas sin que su madre estuviera completamente al tanto. Esta vez seguramente Estrella sabía con quién iba a pasar la noche pero no quería intervenir. En cierto modo me preocupaba que no estuviera presente porque eso solo significaba que tendría que lidiar con este semental yo sola. Sería una noche larga pero muy placentera.

Día 5 (Jueves)

Afortunadamente me llevé una muda de ropa al departamento de Mauricio, o hubiera tenido que ir vestida como ramera al trabajo pues amanecí entre los brazos de Mauricio totalmente rendida por la noche de pasión que había pasado a su lado. No me había equivocado, yo sola contra ese semental era poca pieza y había terminado medio desmayada después de tan tremenda cogida.

Mauricio me llevó hasta mi oficina y al dejarme me dijo que me iría a visitar por la noche, así que debía estar preparada para recibirlo. Me dio una segunda caja igual llena de ropa y accesorios que tendría que usar hoy en la noche.

El día en el trabajo se me hizo eterno, me moría por hurgar en la caja y ver que sorpresas me había dado mi querido amigo y ponérmelas para que Armando me las viera puestas. Saliendo de trabajar me fui volando en taxi a mi casa, mi ansiedad era tanta que sentía un hormigueo en el estómago y entre las piernas.

Llegué y me fui directo a la recamara a descubrir lo que Mauricio me tenía preparado. Esta vez el atuendo era más conservador, Pude ver que no había incluido ropa interior, solo unas zapatillas plateadas y un vestido rojo muy bonito y mucho más largo y discreto que el de la noche anterior. Esta vez no había joyería ni perfume, lo que me desilusionó un poco, tendría que usar lo mismo de la noche anterior. Supuse que por no haber incluido ropa interior eso significaba que no debía de usar ninguna, la tela del vestido era muy delgada así que se notaría bastante que lo usaba sin nada debajo.

Esta vez Mauricio llegó a las 9:00 P.M. pero a diferencia de la noche anterior no tocó el claxon, sino que tocó el timbre de la puerta. Me puse pálida como fantasma al oír el timbre. Salí de inmediato a abrir y recibí a Mauricio con un abrazo y un beso muy cachondo, sus manos de Mauricio recorrían mis nalgas que no tenían nada encima más que el vestido que me había regalado, pasaba sus dedos entre mis nalgas acariciándome el ano que tanto había maltratado la noche anterior.

De repente noté que detrás de mí estaba Armando viendo como me entregaba a ese hombre en la puerta de la casa sin el más mínimo pudor. Me debo de haber puesto más roja que una granada, pero Mauricio no se inmutó, al ver que me quedaba paralizada él tomó la iniciativa y se presentó con mi hijo, diciendo que era mi novio y que íbamos a pasar un rato juntos en casa si a él no le molestaba. Mi Armandito solo hizo una mueca y dijo que estaba bien para acto seguido subir a su recamara.

Le pregunté a Mauricio que haríamos y él solo me pidió que lo llevara a mi recamara. Mientras lo hacía ya comenzaba a quitarme la ropa, yo temblaba y sudaba de los nervios, me iba a follar en la casa, justo al lado de la habitación de mi hijo, él podría escuchar todo desde su habitación, yo sabía lo que tenía que hacer, gemir y gritar de placer para que él se enterara de lo fogosa que era su madre cuando tenía un joven macho entre las piernas, si esto no detonaba la bomba del incesto en mi casa, nada lo haría.

Estaba tan cachonda que no tarde en entregarme a Mauricio, me ponía en docenas de posiciones diferentes mientras que yo hacía todo el ruido que podía, pedía más y más, en ocasiones le llamaba bebé a Mauricio, bebito lindo, hijito, de mil formas que pudieran identificar mi deseo incestuoso, mi fantasía siendo realizada.

Según yo mi hijo estaría simplemente escuchando desde su habitación mis quejidos de placer, no podía estar más equivocada, no solo estaba escuchando sino que estaba viéndome a través de la puerta que Mauricio había dejado convenientemente entreabierta. Lo pude ver de reojo cuando Mauricio me tenía de a perrito. No quise verlo a los ojos, me daba mucha vergüenza, pero al final sabía que sería mejor si lo hacía, si lo retaba a mantenerme la mirada mientras mi macho me atravesaba. Lo hice, volteé a mirarlo y nuestros ojos se encontraron por un segundo. Armando no resistió y salió volando de ahí de vuelta a su cuarto, ni siquiera tuvo la sutileza de cerrar su puerta sin hacer ruido. Dio un portazo, no sé si por el miedo o por el coraje. Pero yo estaba satisfecha, ahora Armando ya sabía lo puta y golosa que era su madre y lo mucho que disfrutaba el sexo con hombres menores. No paré de gritar toda la noche mientras Mauricio me poseía de mil maneras hasta que ambos quedamos rendidos.

Al irse Mauricio me dejo otra caja con ropa, me dijo que la usaríamos mañana, que sería nuestro gran día.

Día 6 (Viernes)

El atuendo para el viernes era de lo más elegante y erótico a la vez. Tenía un nuevo juego de liguero y ropa interior negra y roja de encaje; un vestido de sirena negro, con la sorpresa de que por la espalda estaba totalmente descubierto hasta donde terminaba mi trasero, es decir que mi trasero completo quedaba totalmente a la vista del público, lo que me escandalizó un poco; No podían faltar las zapatillas negras de punta de aguja y plataforma, más joyería y un nuevo perfume, todo pintaba para una noche maravillosa.

Mauricio llegó a la casa a eso de las 10:00 P.M. Nuevamente llegó tocando el timbre de la casa por lo que imaginé que volveríamos a follar en casa como la noche anterior. No podía estar más equivocada.

Me dijo que iríamos al Cougar’s, su famoso antro exclusivo para mujeres maduras y hombres jóvenes. Armando estaba presente y Mauricio me dijo que si quería mi hijo podía acompañarnos, pues Estrella nos acompañaba esa noche y no quería que hiciera mal tercio. Armando aceptó a regañadientes, yo creo que movido por el deseo de desquitarse de Mauricio y tener una oportunidad de follarse a su mamá de él como él lo había hecho conmigo.

Estrella ya venía en el coche con Mauricio, que esta vez traía un Mercedes Benz para que cupiéramos los cuatro. Si yo pensé que me veía despampanante con mi vestido Estrella lo admito, me opacó cuando bajo del auto para saludarnos. Traía un vestido largo, súper escotado, plateado que se transparentaba por completo, se podía ver sin mucho esfuerzo que no traía nada de ropa interior.

Armando estaba que echaba baba cuando Estrella lo saludo. Mauricio me sentó a mí en el asiento del copiloto y mando a su madre y a mi hijo a la parte de atrás. Mauricio no se anduvo por las ramas, apenas arrancó el auto se sacó la verga del pantalón y me puso a mamársela. Mi hijo estaba atrás viendo todo el espectáculo, yo estaba que me moría de nervios pero debía obedecer, él sabía mejor que nadie lo que se requería para que esta noche todo saliera como lo había planeado.

Estaba dando cabeza a Mauricio mientras mi hijo estaba atrás en el auto, al levantar un poco la cabeza pude notar que Estrella no se había quedado atrás y que también chupaba la verga de mi hijo, en su carita se notaba lo excitado que estaba, aun así al voltear a verlo nuestras miradas se cruzaron, mi hijo se estaba viniendo en la boca de Estrella pero me veía fijamente a mí a los ojos. Se veía con la imagen de su madre en la mente y lo estaba disfrutando. Mauricio no tardo en venirse también en mi boca, el terminar levante la mirada y vi a mi hijo con la boca llena de leche. No pude evitar sonreírle y el me devolvió la sonrisa. Yo estaba feliz y excitada, ya no habría marcha atrás esa noche.

Llegamos al Cougar’s. El lugar era de otro mundo, estaba escondido discretamente en un callejón, para que no cualquiera pudiera encontrarlo, de hecho solo se accedía a él con invitación. El valet parking nos recogió el auto y entramos por una puerta pequeña que solo tenía un pequeño letrero de neón rosa con el nombre del lugar. Armando y Estrella entraron primero, él tenía su mano directamente sobre el trasero de mi amiga, sujetándolo con fuerza, de inmediato los cadeneros dejaron pasar a Estrella sabiendo que era la madre del dueño del lugar y después a Mauricio que me llevaba de la cintura. Una vez pasando el vestíbulo las cosas adquirían un tono todo menos discreto. Había unas 20 mesas en el lugar y una gran pista de baile al centro, aunque la música que estaba en ese momento era más bien para relajarse y platicar acompañados de una copa. Había más de la mitad de las mesas ocupadas, la mayoría por parejas y una que otra con un grupito de cuatro personas a lo mucho. A nosotros nos ubicaron en una mesa reservada en el entresol. Al otro lado de donde nos sentamos había unos cubículos cubiertos con cortinas que no tardaría en descubrir de qué se trataban.

Estuvimos tomando unos tragos y platicando cada quien con su pareja, podía escuchar que Estrella hablaba con mi hijo de sexo, de sus posiciones favoritas, su parte del cuerpo femenino preferida y cosas así. Él estaba encantado con mi amiga, el alcohol lo había puesto muy parlanchín y ponía atención a cada palabra. De repente Mauricio llamó a un mesero y le hizo una seña, en poco tiempo el tono de la música aumentó de velocidad y Mauricio me sacó a bailar. Estrella y Armando se nos unieron en la pista de baile. No me podía mover mucho con el vestido, pero no me hacía mucha falta. Mauricio bailaba muy pegadito y lentamente conmigo, con sus manos sobre mi trasero que estaba prácticamente al descubierto. Después de un par de canciones cambiamos de pareja. Armando me tomaba de la cintura pero yo deseaba que me tomara del trasero igual que Mauricio, que sintiera mi piel como se estremecía entre sus manos. Poco a poco iba bajando las manos, yo cerraba los ojos deseando que se diera prisa antes de que terminara la canción, pero no fue así. Al terminar la música Mauricio me tomó y me llevó con él, pero no a nuestra mesa sino a uno de los cubículos al otro lado del entresol. Eran pequeños cuartos aislados con un gran sillón ideal para hacer el amor. No hice preguntas, Mauricio me quito poco a poco el vestido y me sentó en sus piernas. Hicimos el amor locamente, entre el alcohol y la música yo me sentía transportada a otro mundo, solo quería tener sexo y me entregué a él como si fuera la primera o la última vez que me hacían el amor.

Al lado de nuestro cubículo mi hijo estaba haciendo lo mismo con la mamá de Mauricio, ellos seguían cada paso que dábamos nosotros, me imaginaba estar en su lugar, con mi hijo amado penetrándome, sentía como me mojaba aún más al tener esos pensamientos. Después de un rato Mauricio había terminado ya conmigo, estaba cansada, pero deseosa de más. Sin embargo me dijo que me vistiera y que me preparara para lo mejor de la noche.

Salimos, Estrella y mi hijo ya estaban en la mesa y nos recibieron con una sonrisa de satisfacción. Estrella elogió los dotes de mi hijo como si elogiara su bonita letra o cualquier cosa de lo más normal, ambos nos sonrojamos con el comentario, y justo antes de sentarnos Mauricio propuso reacomodarnos cada quien con su respectiva madre o hijo. Así pues me quede sentada al lado de Armando mientras que Estrella se sentó con Mauricio. Al principio era raro pero mis amigos rompieron el hielo primero y empezaron a acariciarse y besarse frente a nosotros. Mi hijo estaba claramente turbado al ver eso por primera vez, yo volteaba a verlo pero él no apartaba la vista de la pareja incestuosa, quería decirle que siguiera el ejemplo, pero las palabras no me salían de la boca. Sentía un calor insoportable en las mejillas y en mi vientre, mis pezones erectos y mi entrepierna mojada y con una comezón terrible, necesitaba a mi hijo ahora, pero tenía que ser paciente. Estrella y su hijo no dijeron una palabra y se fueron de regreso a los cubículos. Armando y yo nos quedamos sin poder vernos uno al otro, la media hora que se tardaron mis amigos en regresar a la mesa se me hizo la más incómoda y eterna de toda mi vida. No podía ver a mi hijo a los ojos y mucho menos hablarle, era como si estuviera desnuda en medio de una plaza pública, sudaba copiosamente, hasta me temblaba la mano cuando levantaba mi copa. Un mesero se nos acercó para preguntarnos si necesitábamos algo. Quise decirle que sí, que quería irme a un cubículo, pero me quedé callada, Armando le dijo que no, que no necesitábamos nada.

Mauricio y su mamá regresaron por fin, nos debieron de notar claramente turbados porque Mauricio en lugar de sentarse le pidió a Armando que lo acompañara al baño, Estrella se sentó a mi lado y me dijo que no había porque preocuparse, que todo estaba saliendo como lo había planeado y que me hiciera a la idea de que entre más tiempo pasara para que mi hijo me hiciera suya, más placer experimentaría.

Nuestros hijos regresaron después de unos 15 minutos, Armando se veía claramente nervioso, pero contento, de inmediato invitó a Estrella a un cubículo y Mauricio me invitó a mi nuevamente, yo creí que simplemente las cosas no se darían esa noche pero me equivoqué. Al llegar a los cubículos Mauricio tomó a su madre y se metió con ella, y mi hijo me tomó a mí de la mano y me llevó a mí a nuestro cubículo. Yo sentía que flotaba, de repente creí que me desmayaría de la emoción, veía borroso y me zumbaban los oídos. Pero en cuanto mi hijo me tomó de la cintura y me besó los labios regresé a la tierra como un meteoro. Él me hizo una pregunta, que si de verdad estaba segura de querer esto, le dije que sí, que definitivamente era lo que quería más que nada en el mundo, demostrarle mi amor de madre y de mujer al mismo tiempo. Entonces yo le pregunté si para él estaba bien tomar a su madre y me contestó que sí, que lo perdonara por no haberlo hecho antes pero que solo con el ejemplo de Estrella y Mauricio había podido saber que lo que él deseaba no era nada malo.

No dijimos ni una palabra más, nuestras manos se enredaban con la ropa, jadeábamos y sudábamos como locos tratando de salir de una camisa de fuerza, al final logré despojarme del vestido y él de su ropa, de inmediato me puse de rodillas para mamarle su verga a mi hijo. La chupaba como si fuera ambrosía, como si fuera lo último que me fuera a meter a la boca, quería que mi hijo supiera cuanto lo amaba y mi boca se encargaría de hacérselo sentir. Sus manos tomaban mi cabello, me acariciaban y yo gozaba como nunca comiéndome a mi hijo. Pero quería sentir aún más. Así que me levante y me recosté sobre el sillón con las piernas abiertas. Quería a mi hijo adentro de mí, quería que volviera al lugar por donde había salido, que volver a tener aunque fuera solo una parte de él dentro de mí y no podía esperar más, ni él tampoco afortunadamente, se abalanzó sobre mí y me penetró al instante, su rico pene estaba entre mis piernas y me estaba follando con todas su enjundia, creía que me iba a partir en dos, que me moriría en ese momento de puro placer.

Perdí por completo la cuenta del tiempo, pudieron ser segundo u horas las que mi hijo me penetró, igual el placer fue infinito, no paraba de pedir más y más, tuve un orgasmo tras otro, nada me podía hacer más feliz de lo que estaba en ese momento. Al fin pude sentir a mi hijo viniéndose dentro de mí, al sentirlo comencé a llorar de placer y felicidad, mi fantasía más alocada se estaba convirtiendo en realidad, entregarme a mi hijo ya no era motivo de mis masturbaciones sino una realidad. Esa noche, gracias a mis amigos Estrella y Mauricio, comenzó una nueva etapa de mi vida, donde ya nunca me sentiría sola.

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Relato erótico: Rompiendo a la amiga de mi mujer

Hoy les traigo un relato que encontré en la red, anónimo como muchas de las historias que más nos intrigan y excitan. "Rompiendo a la amiga de mi mujer" es una narración audaz y llena de tensión sexual, donde los límites de la fidelidad y el deseo se ponen a prueba.

Si este relato logra encender tu imaginación, te recomiendo continuar con otra historia igualmente provocativa: "Matrimonio de 40 años tiene su primer trío". 

¡Espero que disfrutes de estas historias tanto como yo!

Relato erótico: Rompiendo a la amiga de mi mujer

Relato erótico: Rompiendo a la amiga de mi mujer

Tere, la mejor amiga de mi esposa, me visita una tarde que JANA no está. Siempre me ha parecido que tiene un magnífico culo...

Visita vespertina. Jana, mi esposa, tiene turno en los grandes almacenes donde trabaja y yo he terminado a la una. He comido y me he tumbado en el sofá escuchando reggae en el equipo... Suena el timbre. Es Tere, una amiga de mi mujer... La conocí prácticamente al mismo tiempo que a Jana, iban juntas a todas partes, y la verdad es que siempre me ha atraído mucho y yo a ella tambiénalgún que otro tonteo hemos tenido.

Tere se casó hace unos años con un tipo algo mayor, unos cincuenta y pocos años y con el riñón bien cubierto...Y como ella y mi mujer se cuentan todas las intimidades, se que el tipo lleva una buena cornamenta.

Tere a sus 29 años es una tía que sin llegar a ser un tipazo de mujer rezuma sexo por los cuatro costados... Es bastante mas grande que Jana, sobre uno setenta y tres sin tacones y de formas rotundas, metida en carnes... tiene un culo tremendo parecido al de esas mulatonas algo gorditas... Pone cara de sorpresa cuando le dijo que Jana no está..." Vaya, yo que quería contarle sobre unos problemillas que tengo." Se que miente como una bellaca...ella conoce perfectamente el turno de Jana y, la idea de que todo sea una argucia para estar a solas conmigo comienza a ponerme cachondo.

- Bueno, Tere, nos conocemos ya mucho años...y sabes que te aprecio mucho...si yo puedo aconsejarte en algo..

- No se... - se hace la remolona- yo también tengo mucha confianza contigo...pero, veras Carlos, es que es un tema muy intimo... mas para tratar entre mujeres.

- Vamos Tere, Jana y tu os lo contáis todo....y tu sabes que Jana me lo cuenta a mi... se mucho sobre tus "temas íntimos" y se que tú sabes muchísimo de Jana y de mi.

Finge poner cara de sorpresa a mis palabras pero al final derrama sus penas sobra mi cabeza... me dice que tiene un problema con Tania, la chica rusa que está interna en su casa como empleada de hogar. Se sienta en el sofá, y al hacerlo la falda de tubo se le sube y me enseña los muslos hasta el mismo principio del culo... La muy zorra no se molesta en arreglarse la falda y el espectáculo de sus llenos y musculosos muslos hace que mi verja comience a inquietarse. Le pregunto por el problema con Tania, que por otra parte es una jovencita de 19 años, rubia y con un cuerpo de modelo de pasarela... Se muestra inquieta, o mejor dicho se lo hace....dice que no está segura de que el tema me lo deba confiar a mi. que no sabe hasta que detalles contarme. Yo, algo socarrón, le dijo que cuanto mas sepa del asunto mejor podré ayudarle...Al decir esto, como en un descuido le poso mi mano sobre un muslo y noto como se le eriza la piel, se estremece de placer. En líneas generales me viene a contar que esta teniendo una aventura con Tania y con su novio Pedro, un chaval de 19 años como Tania pero que aparenta tres o cuatro años menos, es delgadísimo y con cara de niño... Me cuenta que la tienen dominada...que poco menos que se ha convertido en el juguete sexual de los dos jóvenes. Me cuenta que primero fue ella la que sedujo a Pedro, le daba morbo tirarse a ese jovenzuelo...Tania los descubrió, pero en lujar de enfadarse se unió a la fiesta. Me cuenta que Tania tiene un tremendo poder sobre ella...Me cuenta que cuando Alfredo, el marido de Tere. no está en casa Tania se desnuda completamente y se lanza sobre ella,,, y que pesar de que ella se resiste - Tere que mentirosa eres - termina siendo sometida por la joven y me cuenta todas las "torturas" a las que la somete Tania.

"No se como va a acabar la cosa" dice. Hace una pausa me mira y hace una pausa al instante. "La otra noche ocurrió algo demasiado perverso como para contarlo.... a ti te lo cuento sólo porque se que entiendes. Obligó a Pedro a... que me meara en plena cara. mientras ella me comía el coño" se retuerce los dedos angustiada.

"Fue algo...pero tu lo comprendes. Estaba excitada y la mente se me nubló...bueno, es posible que yo dijese que me gustaba Tania me dijo que era una puta y una guarra y me mordió en el muslo. Aun tengo la marca"

Se olvida o finge olvidarse de que Tania y yo hemos follado y que esta me ha contando muchas cosas sobre Tere...Naturalmente no me dice ni una palabra de cuando es ella la que se ha meado sobre la cara de Tania. Pasa por alto tal nimiedad. Se arremanga aun mas la falda para ensenarme el punto donde Tania le ha mordido..su blanca carne está hinchada. Y, como ha dicho, aún tiene la marca... una huella, circular y perfecta, de los dientes de Tania muy arriba y a un lado, a pocos centímetros del coño. Alza la rodilla y separa las piernas, mientras la examino. Le aprieto la pierna y empiezo a magrearla.

!!!!Noooo, Carlos, !!!! ! no quería que pasara eso! dice...!no poco!. Será cínica...Se ha calentado y me ha puesto cachondo a mi con su charla...la muy zorra sabe lo que quiere...Pues si lo que quiere es polla...la mía está mas tiesa que el Pirulí. Le levanto la falda hasta la cintura y le quito las bragas.

!Dios, que culo tiene! se lo palmeo y mojo un dedo en saliva y le acaricio con el ojete con él...Empieza a calentarse...lleva su mano a mi bragueta y me saca la polla y comienza a cascarmela... yo creí que no podía tener la polla mas dura de lo que ya la tenia , pero esa zorra lo consigue...me duele de lo dura que está.

Mientras estamos tumbados y magreándonos mutuamente me cuenta mas detalles de sus aventuras con Tania y Pedro. Me dice que no sabe porque Tania la tiene dominada. Pero, es que, me cuenta que le encanta que le coman el coño...y Tania se lo come de locura...Y mientras me dice esto, restriega su coño contra mi mano. Es una invitación, está esperando que me incline y de a su chocho el mismo trato que le da Tania, pero la defraudo...quiero ser yo el que marque las pautas.

Le meto el cipote entre los muslos y le refriego la raja con la punta, Me pone una pierna encima y la raja se abre. Tere alarga una mano bajo el culo y me coloca la polla en el sitio en que la necesita y consigue meterla un poquito. Está tan cachonda que no quiere perder ni un minuto desnudándose. Pero yo la obligo a quitarse la ropa. Quiero verle el par de magníficas tetas...grandes, redondas y nada caídas

Me dice que ya sabe que me he follado a Tania...ella se lo ha contado, le ha contado tantas cosas sobre mi...y Jana, mi esposa, tambien...me pide que la folle como a Tania...quiere que le haga de todo...

Se sienta para quitarse los zapatos, y, en cuanto nos encontramos los dos desnudos, la tiro contra el sofá y la pongo de rodillas delante de mi. Me limpio la polla en su pelo y se la ofrezco para que la bese.

!!!Cómetela toda, zorra!!! le grito agarrándola de la nuca y comienzo a follarla por la boca...le encanta y descubro que que la mama como nadie. Ya me contó Jana que a ella fue Tere quien la enseñó a chuparla... Rápidamente consigue tragársela toda, cosa que con otras no ha ocurrido....tengo el capullo dentro de su garganta. Se la traga una y otra vez... la chupa con delirio...

!uhmmmm...glouuupp....ummmm! levanta la mirada hacia mi mientras me la chupa como nadie.

!!!joder...que puta eres...uuufff... ostia como la chupas zorra!!!

Babea sobre la punta como una niña chupando un caramelo....me esta dejando el cipote lleno de babas...y noto los huevos apunto de reventar....la agarro por la nuca y le mantengo el cipote entero dentro de la boca mas de un minuto...y a pesar de que casi se asfixia, a la tía le gusta...""uuhmmm...que pedazo de polla tienes, hijodeputa " me dice entre toses...las babas le caen hasta la tetas... la tia se calienta cada vez más y empieza a chuparmela con tantas ganas que la muy zorra hasta me hace daño... temo que me lo arranque... la agarro con una mano de los pelos obligándola a levantarse y, dándole un par de azotes en el culo le digo.

!!! ahora te voy a follar, so puta!!!

Tere es demasiado grande, sobre 73 kilos, para moverla con la misma facilidad con que movería a Tania, que pesa algo más de 50 kilos, pero la empujo contra el sofá y la pongo con las piernas al aire. Toda su parte baja, todo lo que queda entre sus piernas esta pegajoso. Cuando de repente le meto con fuerza un dedo culo arriba y dijo que se esté quieta o, si no, le meteré el puño entero, se pone fuera de sí. Con tres dedos metidos en su culo ya es que pone como loca..."!!!! AAAAAAAAAAHHHHHHHHH !!!! jadea como una perra.

Debe saber lo que viene a continuación, pero finge que no... "¿ NO QUERRAS METERMELA POR EL CULO?"... Como premio a haber adivinado mis intenciones dejo que me chupe el cipote un poco mas....

" CARLOS , ESO NO" suplica...."UNA COSA ES ALGUN DEDO PERO TU POLLA ES DEMASIADO"

Está fingiendo la muy puta...le doy unos azotes al culo y se lo pellizco..."!!! VOY A ROMPERTE ESE PEDAZO DE CULO QUE TIENES, SO GUARRA!!! le digo.. !!!JODER, LAS GANAS QUE TENGO DE METERTELA POR EL CULO, PUTA!!!

Le doy la vuelta y le planto la punta de la polla en el ojete. Se arrodilla con las piernas bien separadas y baja la cabeza, mientras se la clavo. No pone reparos....sólo emite un leve gemido.

La muy zorra no tiene ojete tan apretado como ha querido dar a entender....se tragado mas de una buena polla por ahí. El cipote no entra del todo, pero no me cuesta tanto como cuando enculé a Tania...y al cabo de poco tengo toda la polla dentro de su culo con mis pelotas rozando sus nalgas.

!!!!SERAS ZORRA, ¿CUANTAS POLLAS TE HAS METIDO POR EL CULO? SO PUTA....Finge escandalizarse y dice que como puedo pensar eso...que no lo había hecho nunca...Será mentirosa, la muy puta....todo sin dejar de mover el culo al compás de los pollazos que le meto...tiene un culo de primera, algo mas gordo que el de mi esposa Jana y lo mueve igual o mejor que ella.....

Sigo dándole a base de bien..."¿TE GUSTA ZORRA? dijo palmeandole el culo... Jadea como una perra al tiempo que me dice que soy un cerdo, que por el culo es de guarras, que ella nunca lo ha hecho....!!!!PARA, AAAHHHHH,,,, PARA .....AAAHHHH, CABRON !!!me dice haciéndose la digna....!ah, si? ahora veras, so zorra...le saco el cipote del culo y al instante vuelve la cabeza y alarga la mano para cogerlo.

"!! POR FAVOR !!" es lo único que dice, y es suficiente para desenmascararla. Pero la hago rabiar, empiezo a meterle la polla otra vez y de repente se la saco. Me gusta oirla pidiéndolo ... !!!!POR FAVOR METEMELA OTRA VEZ!!! ... !!!! FOLLAME EL CULO, HIJODEPUTA !!!! !!!!ROMPEME EL CULO CON ESE PEDAZO DE POLLA QUE TIENES, CABRONAZO !!! ....dice que estaba mientiend....que le gusta que le den por el culo....que es una puta que le pone los cuernos a su marido con cualquiera....me dice que Pedro también se la folla por el culo... pero que mi polla es mejor, mas gorda que la de Pedro...

Se la clavo una y otra vez por el culo...la tia está buenísima para follarsela así....no para de gemir y pajearse el coño mientras le reviento el culo.....voy a enseñarle algo que tal vez no halla probado aún...

Tere grita como una loca, cuando siente que me estoy meando dentro de su culo....se corre gimiendo y gritando como una cerda.....la saco del sofá y se pone de rodillas frente a mi...me la casco hasta que le lleno la cara y las tetas de semen.....y me agarra la polla y se la mete entera en la boca.....es increíble la cara de puta que pone...

"LO SIENTO POR JANA" dice " PERO HOY SE VA A QUEDAR SIN SU RACION DE POLLA. TE VOY A DEJAR SIN UNA GOTA DE LECHE" Y la muy zorra se la mete entre las tetas....me espera una larga sesión de folladas con esta zorra...

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Relato erótico : El amigo de la familia

Hoy quiero compartir con ustedes un relato que encontré en los rincones más intrigantes de internet. Anónimo, como muchas de las joyas que circulan por la red, "El amigo de la familia" es una historia que combina la tensión sexual con un toque de atrevimiento y complicidad.

Si te gustan los relatos que exploran los límites del deseo y las fantasías prohibidas, este es definitivamente para ti. Y si disfrutas de "El amigo de la familia", te recomiendo seguir explorando con el relato erótico "Fiesta familiar", otro relato que lleva la tensión y el erotismo a un nivel aún más intenso. Puedes encontrarlo aquí.

¡Espero que este relato te transporte a un mundo de fantasías ardientes y te deje con ganas de más!

Relato erótico : El amigo de la familia

Relato erótico : El amigo de la familia

Hace tiempo conocí a Pepe, entre a trabajar con él hace un par de años, era mi jefe inmediato y muy pronto se convirtió en mi mejor amigo. El ambiente en el trabajo era genial, en parte gracias a las ideas alocadas de mi jefe que igual organizaba un partido de fútbol en las oficinas, o nos llevaba a todos a un cabaret o a un table dance. Fue en una de esas visitas a un cabaret que tocamos el tema de las fantasías sexuales, cada quien expuso la suya pero yo no me atreví a confesar la mía ya que era algo que seguramente provocaría un buen escándalo.

La razón es muy simple, mi mayor fantasía era simple y sencillamente follar a mi propia madre, lo que yo más deseaba en secreto era tener en mi cama a esa mujer madura que me había parido. Romperle el culo que por cierto era enorme y mamarle sus tetas y hacerme una buena paja entre ellas hasta bañarle su cara con mi leche.

Esa era mi fantasía, obvio que no me atreví a contarla frente a todo el mundo, así que simplemente dije que lo que más deseaba era follarme a una señora madurita, mayor de 40 años. Algunos rieron, otros dijeron que estaba bien mi idea, pero Pepe no dijo nada, se me quedo viendo con curiosidad, como si acabara de conocerme.

Esa noche nos subimos a una putas a la camioneta y organizamos toda una orgía cortesía del buen Pepe, una vez terminado el cogedero cada quien se fue a su casa a recuperar energías durante el fin de semana.

El lunes transcurrió normal, aunque Pepe andaba serio, pero no era raro, a veces había problemas en su casa y no nos enterábamos, pero sabíamos que ocurrían y no nos extrañaba verlo así.

Sin embargo cuando llegó la hora de salir me llamó para hablar conmigo en privado, no tenía ni idea de lo que iba a decirme y estaba algo nervioso, creí que algo había hecho sin darme cuenta y me esperaba un regaño, pero nada más lejos de la verdad.

Me pregunto acerca de lo que habíamos platicado el viernes en el cabaret, yo no sabía de que hablaba, pues además de que habíamos tratado varios temas yo terminé súper borracho, así que el me recordó lo de mi fantasía sexual y yo me puse rojo de vergüenza al recordar el motivo por el que había dicho eso.

Me preguntó si era en serio, yo le dije que sí obviamente y el me hizo una propuesta por demás indecorosa. Primero me reveló su verdadera fantasía sexual, que estaba lejos de follarse a dos jovencitas orientales en un baño turco, como nos había contado en el cabaret, lo primero que pensé es que yo no era el único que callaba algo, aunque su verdadera fantasía no era muy parecida a la mía.

Lo que el deseaba era que alguien se tirara un polvo con su mujer mientras él era testigo ocular, yo ya conocía a su esposa, una mujer rubia, alta y de buen cuerpo para sus cuarenta y algo de años, con un tremendo culo que pedía a gritos ser llenado de carne palpitante. Yo estaba boquiabierto al pensar en la oportunidad que se me presentaba, aunque no era mi "mujer ideal" sí era una señora exquisita y el hecho de hacerlo con el marido de testigo le agregaba muchísimo morbo y calor a las cosas.

Quedamos como cómplices y planeamos todo con tiempo, hasta que el sábado me invitó a comer a su casa, el pretexto era tratar algunos asuntos del trabajo después de comer, la comida fue de lo más normal, pero justo cuando terminábamos de comer Pepe recibió una llamada a su celular, sin que su mujer se diera cuenta que era yo el que marcaba, supuestamente era uno de los accionistas de la empresa y le urgía hablar con él, sin más remedio salió no sin antes pedirme que no me fuera y le pidió a su mujer que me atendiera mientras el se ausentaba.

Todo estaba listo, Gabriela, que así se llamaba, se sentó a mi lado en la sala y comenzamos a platicar, pasaron los minutos y ella sacó una botella de vino espumoso para brindar, en una hora ya estábamos en la segunda botella y bastante desinhibidos, de repente pasé mi mano sobre su pierna y ella ni siquiera se inmutó, al contrario, se acercó mas a mi y me pasó la mano sobre mi polla. Ya no hacía falta mas preámbulos, le desabotone su blusa para descubrir unos hermosos pechos sin sostén, de color claro con pezones enormes color rosa, no me esperé más y los empecé a chupar como un loco, claro que Pepe no estaba ahí para vernos, pero la idea era en convertirme en el amante de cabecera de su mujer para así después conseguir nuestro propósito. Mientras tanto yo haría lo posible porque Gabriela no deseara otra cosa mas que yo fuera su amante, su semental, que modestia aparte, era un papel que podía cumplir sin quejas.

Vaya polvo que nos echamos aquella noche, de repente Gabriela se comenzó a comportar como una perra en celo, se abalanzó sobre mi y me comenzó a desvestir a toda prisa, parecía que no se la hubieran pisado en años, yo no pude más que seguirle el ritmo y ponerme más caliente de lo que estaba, más tardé en darme cuenta de lo que pasaba que ella en bajar a mamarme la verga con una gula increíble, no me cabía duda de que Pepe tenía desatendida a su hembra, pero yo me encargaría de mantenerla bien llena a partir de esa noche.

Sus años sin embargo se veía que estaban bien vividos pues era toda una experta en las artes orales, mamaba como loca, pero como diosa también, yo tenía los ojos en blanco mientras ella me hacía de todo con su experta boca de mamadora. Así como pasaba su lengua desde mis huevos hasta la punta de mi verga, jugueteando con el orificio de la puntita, de repente se la tragaba completa hasta que mis bolas chocaban con su barbilla, lo hacía fenomenal y por un momento creí que le llenaría la boca de leche.

Pero ella se detuvo justo antes de que eso pasara, se puso de pie y me pidió que me la comiera, así que la seguí a su recámara donde ella se recostó boca arriba con las piernas bien abiertas, contagiado por su deseo incontenible me arrojé sobre su chocho y se lo empecé a comer con desesperación, mi lengua no sabía distinguir entre mi saliva y sus jugos amatorios, seguí frotando su clítoris con la lengua y metiendo un dedo en su culo hasta que la sentí correrse en mi boca, el sabor y la tibieza de su orgasmo fueron la señal que me hizo poner manos a la obra y follarme a esa zorra como se lo merecía.

La tomé del cabello y la hice arrodillarse en el piso para después ponerla en 4 patas, ella obedecía sin chistar, además de puta era muy sumisa y obediente, eso me gustaba y me excitaba aun más, mi verga que ya me dolía de lo dura que estaba la penetró de un solo golpe en su concha húmeda y tibia, ella soltó un grito tremendo, grito que sirvió para exacerbar mis deseos carnales y que provocó que se la metiera nuevamente de golpe, sus gritos continuaban y con ellos mis estocadas, conforme se acostumbraba a mi verga sus gritos bajaban de intensidad pero no así la follada que le estaba dando.

Además del gusto de follarme a esta mujer tan hermosa, no pude evitar hacer la comparación con mi madre e imaginar que era a ella a quien estaba cogiendo, confundía sus gemidos con los que me imaginaba emitiría mi madre, me imaginaba que la concha de mi madre estaría igual de húmeda y calientita y justo cuando ese pensamiento pasaba por mi mente me corrí adentro de mi nueva amante sin pensarlo siquiera, ella soltó un último gemido al sentir mi semen entrando a borbotones.

Saqué mi verga ya fláccida y me puse de pie, ella se quedó así en el piso agotada y satisfecha, babeando en el piso después de sentir a un hombre en mucho tiempo, yo también estaba satisfecho, al menos por aquella noche, así que me despedí y dejé a mi nueva hembra en el piso.

Me vestí y cuando salía a la calle vi en la esquina a Pepe, me fui a despedir de él y me dio un fuerte abrazo, al parecer mi cara bastaba para decirle que todo había sido un éxito y que su mujer ya tenia quien la follara y pronto el podría atestiguarlo con sus propios ojos.

Había llegado el lunes, pero ni Pepe ni yo habíamos planeado alguna forma de lograr el objetivo de poner a mi amigo de testigo mientras me follaba a su propia esposa, cuando se fueron todos nos quedamos pensando de un modo para lograrlo, pero Pepe aseguraba que aunque su mujer fuera una puta tenía sus límites y no aceptaría complacernos, entonces se me ocurrió que como no era posible que el se quedara en casa mientras me cogía a su mujer, ella tendría que ir al lugar donde él pueda verla sin que ella se enterara, no consideramos prudente un hotel, entonces nos dimos cuenta que el lugar ideal era justo donde estábamos en ese preciso instante.

Así que el sábado siguiente convencí a Gabriela de tener sexo sobre el escritorio que usaba el cornudo de su marido para trabajar, la idea le pareció extraña pero igual logré convencerla, le dije que había sacado un duplicado de las llaves sin que Pepe se enterara (En realidad Pepe me las había dado y él tenía las originales). Pepe había dicho a su esposa que iría a una convención y que le tomaría el día entero, así que ella se sintió segura de salir conmigo a la oficina.

En cuanto llegamos nos dimos a la tarea de follar como locos en el escritorio de mi amigo, después la puse de nuevo en 4 patas pero esta vez le pedí la cola, ella me la dio obedientemente y le di una follada por el culo como nadie se la había dado jamás, sus gritos resonaban en la oficina, me pedía que me detuviera, que tuviera piedad de ella, pero al contrario, me la cogía con más fuerzas, sobre todo porque sabía que tenía un espectador y no li iba a quedar mal, Gabriela comenzó a llorar suplicando que parara, pero ya era tarde mis huevos ya chocaban con sus nalgas y su culo estaba bien partido con mi miembro dentro. Esta vez sus gritos no disminuyeron, el dolor que sentía no cesaba, solo hasta que terminé adentro de su culo ella se tranquilizó, seguía llorando pero sin hacer escándalo, le había lastimado el culo bastante y fue cuando entró Pepe y me dijo que su mujer se merecía eso y más.

Gabriela dejó de llorar, se levantó como rayo y se puso pálida como un fantasma, no podía creer que su marido estaba ahí viéndola humillada y tratada como una zorra, menos podía creer que en lugar de estar furioso su marido se le veía contento y satisfecho, además su humillación no terminaba ahí. La pobre trataba e encontrar su ropa que me había encargado de arrojar lejos de ahí.

—No te a pena ser tan puta?— Le increpó Pepe —Ahora veo que en verdad eres una zorra, mírate puerca!!!!

A Gabriela se le caía la cara de vergüenza, no podía mirar a ninguno de los dos a los ojos, solo sollozaba y miraba hacia el suelo como una niña regañada. Pepe le impuso un castigo que ella jamás había imaginado. Me dejaría follarme a su mujer, en fin que era una puta cualquiera siempre y cuando el estuviera presente, agradeciéndome así el haberle demostrado que clase de mujer tenía en casa, encomendándome tenerla bien cuidada y atendida. No pudimos evitar la carcajada, así que Pepe le ordenó a Gabriela vestirse y fuimos a cenar, ella no pronunció palabra el resto de la noche, y nosotros dos solo hablábamos de cuestiones de trabajo.

Al llegar a su casa Gabriela intentó huir hacia su recamara, Pepe la detuvo, la desvistió con violencia y la azotó en el piso, lo que siguió fue mas una violación que una follada, entre los dos la cogimos a la fuerza, ella en realidad no se resistía, pero tampoco cooperaba, solo gemía amargamente, aunque después de un rato sus gemidos fueron un poco más placenteros, hasta que se sintió penetrada por dos vergas a la vez volvió a demostrar algo de dolor, como yo había demostrado ser bastante eficiente rompiéndole el culo le di por atrás mientras que Pepe se la metía por delante, el se vino primero y yo solo un poco después. En cuanto terminé me vestí y le di un beso en la boca a Gabriela prometiéndole volver el siguiente sábado, Pepe me acompaño a la calle y nos despedimos afectuosamente.

Las cosas siguieron el curso esperado y cada sábado puntualmente llegaba a casa de Pepe a follarme a su mujer mientras el veía o se nos unía, las primeras veces ella se resistía pero terminaba siendo violada de todas formas, sin embargo a la cuarta vez ella ya me esperaba si no entusiasta, al menos resignada a que no había lugar en la casa para esconderse, y no huía de la casa porque no tenía a donde ir ni quien la ayudara sin ser humillada.

Al cabo de un par de meses de gozar así a Gabriela mi confianza con Pepe había llegado a tope, así que hablé con él un buen día en su casa cuando estuve seguro de que su mujer no nos escuchaba.

En pocas palabras le confesé a Pepe mi verdadera fantasía, le agradecí por la oportunidad de follarme a su mujer de esta manera y así cumplir muchas fantasías a la vez, pero desgraciadamente mi verdadera fantasía estaba lejos de ser realizada.

Yo creí que él se reiría de mi o se asustaría con mi locura, pero cuando le terminé de confesar me devolvió una sonrisa y una mirada que me demostraban que ante todo seguíamos siendo cómplices.

Mas tardé yo en explicarle que él en ponerse a pensar en como lograríamos nuestro nuevo propósito, yo no lo podía creer, para mi era solo una fantasía inalcanzable y cuando se lo dije, se echo a reír. Me dijo que nada era imposible y que el haría lo necesario para ponerme a mi madre lista para follar a como diera lugar, pero tendría que follarsela él primero si yo se lo permitía. Claro que se lo permití, solo de pensar en mi madre poniéndole el cuerno a mi padre con mi mejor amigo tuve una erección, cosa que aprovechamos para follar nuevamente a Gabriela en ese momento, que para ese entonces ya sabía bien su lugar y obedecía sin chistar.

El plan era simple, invitaría a Pepe a mi casa a comer un sábado, aprovechando que mi padre estaba trabajando y mi hermana de 14 años solía estar con sus amigas, así estaríamos solos mi mamá, Pepe y yo. Pepe se encargaría de seducir a mi madre mientras yo salía con cualquier pretexto, sabía que él era bien capaz de conseguirlo y también consideraba a mi madre lo suficientemente puta como para ceder sin mucho esfuerzo.

Así que avisé en mi casa que mi jefe vendría a comer el sábado, mi papá lamentó no poder estar a esa hora y mi hermana simplemente dijo que no contara con ella, lo cual encajaba perfectamente en nuestro plan, mi madre dijo que era una buena oportunidad para impresionarlo, así que trataría de ser lo más espléndida posible con él, sinceramente yo esperaba lo mismo.

El día llegó más rápido de lo esperado y mi madre se arregló muy bien y aprovecho para describirla a grandes rasgos, es bajita de estatura y piel clara, cabello castaño claro y ojos color miel, no esta delgada, pero tampoco esta descuidada, aunque esta entrada en carnes estas solo ayudan a acentuar sus curvas, sobre todo en el culo, que además de ser enorme tiene una forma muy armoniosa, tiene un par de nalgas redonditas y bastante firmes para una cuarentona y un par de tetas a la par de ese culo, aunque un poco caídas ya, para su edad han resistido bien la fuerza de gravedad.

Ahora imaginen a esa zorra con un vestido gris que le llegaba un poco arriba de la rodilla, entallado en la cintura y con un escote que dejaba ver esas deliciosas tetas apretujadas bajo el sostén. Casi me desmayo cuando la vi saliendo de su recamara para ir a la cocina y ver que el guisado no se quemara, yo estaba muy emocionado pensando en la impresión que se llevaría mi amigo.

El tiempo pasaba lentamente, pero por fin llego Pepe a la casa, su mirada no pudo ocultar un rasgo de obscenidad al ver a mi madre vestida como estaba, ella lo recibió con un abrazo y un beso en la mejilla y toda la cordialidad del mundo. La comida pasó amenamente entre los tres y dos botellas de vino desaparecieron al igual que los alimentos, todo salía a la perfección, las mejillas rojas de mi madre la delataban como la que había consumido más alcohol esa tarde y una vez más el teléfono sonó, esta vez el mío con la llamada de un amigo que tenía un problema con la ley y que por desgracia vivía a un par de horas de camino.

No sé que pasó en la siguiente hora que me ausenté, regresé a la casa esperando encontrar sola a mi madre esperándome, probablemente recién follada por mi amigo, pero creo que mi amigo lo había gozado tanto que estaba en la segunda ronda, porque al entrar a la casa oí los gemidos de mi madre que provenían de su recamara, sin hacer ruido me acerqué lo más rápido que pude para ver a mi madre en 4 patas, montada por Pepe y gimiendo como una buena puta. Era una delicia ver así a mi madre, regocijándose con la verga de otro hombre que no era mi padre, comportándose como una zorra, diciendo guarradas que nunca le había escuchado decir.

Cuando Pepe bañaba la espalda de mi madre con su leche yo salí nuevamente de la casa para no ser descubierto, en unos 15 minutos Pepe salió y me vio ahora a mi esperándolo en la esquina, le dije que lo había visto justo cuando le terminaba en el lomo y eso le emocionó muchísimo, me dijo que no me preocupara, que pronto yo estaría haciendo lo mismo y se fue, yo esperé media hora más y cuando casi obscurecía entré a la casa, ella estaba en la sala terminando de alzar la mesa, le dije que mi amigo había resuelto su problema solo y que tuve que regresarme antes, ella se puso nerviosa pues no me esperaba tan pronto, pero me explicó que Pepe se fue muy contento pero preocupado por mi, así que le llamé a su celular y frente a mi madre lo invité a venir otro día nuevamente, cuando mi madre escuchó eso se sonrojó mucho más.

El siguiente lunes le dije a mi mamá que Pepe vendría hasta dentro de 15 días, porque esa semana yo no estaría en la casa tampoco, ella me pidió que fuera discreto porque mi papá podía ponerse celoso de que viniera tan a menudo, claro que fui discreto, y como lo esperaba al día siguiente Pepe me reveló que mi madre le había pedido que fuera este sábado una semana antes de lo acordado, ya que no habría nadie en la casa más que ella.

El sábado yo fui el último en salir de la casa y dejar sola a mi mama que se había puesto una minifalda negra con medias negras también y una blusa blanca, había cuidado no estar muy llamativa enfrente de mi papá, pero conmigo se descuido un poco. Me fui a la esquina y en una hora llegó Pepe, me pidió que esperara media hora y entrara sin hacer ruido.

Obedecí al pie de la letra, y al entrar oí los gemidos de mi madre, ella estaba boca arriba y Pepe en posición de misionero sobre ella, al voltear él me miró a los ojos y sonrió, ella al estar en esa posición no podía verme, así que Pepe le ordenó ponerse en 4 patas sobre la cama dándome la espalda, pude ver su culo enorme abriéndose frente a mi y con la verga en la mano me acerqué a ella listo para penetrarla, al sentir toda mi verga adentro de ella se dio cuenta de inmediato de la diferencia y trató de zafarse, pero Pepe ya la tenía bien sujeta, igual que a su mujer la comenzamos a violar entre los dos, Pepe la amenazó con contarle a su marido si seguía resistiéndose, lo cual la calmó un poco, pero no por eso dejo de llorar mientras la penetraba, para callarla Pepe le metió su verga en la boca, mientras lo hacía yo le decía que me daba gusto tener a una madre puta y golosa con una panocha tan rica y tibia. Mientras le decía cosas de ese tipo Pepe se vino adentro de su boca y al tenerla libre para hablar en lugar de seguir quejándose dejo salir a la puta que lleva dentro y empezó a pedirme que me la cogiera con más fuerza, yo obedecí de inmediato y las vulgaridades no tardaron en salir de la boca de los tres, mi madre pedía más y más verga, Pepe le decía lo puta que era y yo no me quedaba atrás, le decía que le llenaría su panocha con la leche de su hijo y cosas así, mientras ella me decía que era un hijo de puta.

No pude más, cuando oí eso me vine como nunca lo había hecho, llené la panocha de mi madre con mi semen y sentí hervir mi sangre, mi madre soltó un gemido agudo mientras se daba cuenta de que la leche de su hijo entraba en ella, pero algo me distrajo, pues la cara de Pepe estaba pálida y miraba un punto detrás de mi madre y mío, su cara estaba estupefacta y lo primero que pensé era que mi padre estaba en la puerta de la recamara...

Segunda parte

No me había equivocado al sospechar que era mi padre el que había entrado a la recamara en ese momento, al darme la vuelta lo vi ahí parado con cara de ogro, los ojos inyectados en sangre y solo le faltaba echar espuma por la boca, de inmediato me hice a un lado dejando a mi madre en 4 patas y escurriendo la leche con la que le acababa de atascar su panocha, ella fue la última en darse cuenta de lo que ocurría.

Sin saber porque nos habíamos detenido así de repente, cuando ella deseaba sentir más verga adentro de ella, ya fuera de su hijo o de su amante solo alcanzó a preguntar que pasaba cuando se volteo y vio a su marido en esa postura tan comprometedora. Rodó sobre la cama y quedo boca arriba, tan nerviosa estaba que no podía coordinar sus movimientos, nadie se atrevió a hablar hasta que lo hizo mi padre.

—Vaya zorra que eres mujer, aunque eso ya lo sabía.— Decía con un coraje tremendo mientras tanto yo como Pepe íbamos retrocediendo — Pero jamás me hubiera imaginado que hasta con tu propio hijo te fueras a revolcar, de ti nada me extraña perra, pero te has volado la barda.

Mi madre lo único que hacia era tratar de ocultar torpemente su desnudez, no se atrevía a decir nada, y con razón pues mi padre era un hombre fornido, alto y corpulento, yo creía que en cualquier momento agarraría a golpes a mi madre, más cuando lo vi caminar hacia ella lentamente.

Pero no la golpeó, solo la tomo del cabello y le preguntó que tal se había sentido coger con su propio hijo, mi madre seguía sin decir nada así que mi padre le jaló el cabello con más fuerza aún. Sin soltarla el cabello me preguntó a mi, si por lo menos me la había cogido bien a la puta de mi madre, viendo que el silencio no era buena estrategia le respondí que si estuviéramos en esta situación tan precaria cabría la posibilidad de que él se sintiera orgulloso de mi. Mi padre soltó la carcajada y le volvió a preguntar a mi madre, que si era cierto que su hijo era buen semental, que si le había gustado la montada que le había puesto, a lo que ella respondió que sí. Entonces él la soltó.

—Por mi quédatela, y compártela con tu amigo si quieres,— Dijo con gran amargura— como puedes darte cuenta eres un gran hijo de puta, a ver si cogiendo tú con ella logras calmarle esa cola.

—Y por qué no compartirla los tres?— Al ver la extraña reacción de mi padre, Pepe también tomó valor y habló de esa forma. Mi padre lo miró con un poco de desprecio pero también con mucha curiosidad, con una mueca que aparentaba ser una sonrisa.

—Que dices mujer?— Le preguntó mi padre a mi mamá, tomándola otra vez del cabello— A lo mejor es lo que necesitas, que te den verga tres burros al mismo tiempo para que te portes bien.

Solo de oír eso mi fierro se puso duro de nuevo, la sonrisa de Pepe delataba que también retomaba energías y mi mamita entre el miedo y la excitación se veía ansiosa por probar el sexo de esta manera.

—Pues ya ves que soy tan puta, la idea no me molesta, a ver si entre los tres logran llenarme como dios manda— Dijo mi madre bajándole la bragueta a mi padre y sacándole un buen trozo de carne debajo del pantalón.

Mi padre me dirigió una mirada de aprobación, Pepe se acercó cuando vio que yo lo hacía y pusimos nuestras vergas cerca de la cara de mi mamita hermosa que ponía una cara de golosa al ver toda la carne palpitante que tenía a su disposición en ese momento, fue turnando nuestros miembros en su boca uno a uno, después juntaba de a dos a la vez adentro de su boca de mamadora experta, y si hubiera habido forma hubiera sido capaz de meterse las tres al mismo tiempo, las chupaba con un ansia tremenda, como si no hubiera cogido en años.

Después de un rato mis ganas de penetrarla era muchas, mi padre me preguntó si ya le había dado por el culo a mi mamá, le dije que no, así que me invitó a hacerlo, ordenó a mi madre sentarse encima de mi y dejar que se la metiera por el culo, ella obedeció al instante y con un poco de trabajo se sentó sobre mi verga mientras su culo se la iba tragando poco a poco, no sin que soltará uno que otro quejido de dolor, pero sin duda tenía un culo bien experimentado.

Una vez que mi mamá quedó ensartada por el culo mi padre le hizo una indicación a Pepe para que hiciera su parte, sin pensarlo dos veces tampoco, se recargó sobre nosotros dos y comenzó a follar a mi madre por la panocha, esta vez los quejidos subieron de volumen al tener dos vergas al mismo tiempo penetrándola, comenzamos a movernos para hacerla sentir más placer, y al vernos mi padre le acercó la verga a la boca a mi mamá, como si dos vergas no fueran suficientes mi madre hacía lo posible por chupársela a mi papá cuando lograba recuperar el aliento.

Hubiéramos seguido follando a mi madre de esta forma por más tiempo pero mi padre dijo que quería penetrarle el culo a su mujer, así que ella se levantó dándose la vuelta sobre mi y dejándome así seguírmela cogiendo por su panocha, mi padre se apoyó encima de ella y la penetró de un solo golpe, mi madre no pudo callar el grito de dolor al sentir toda la verga de mi papá rompiéndole el culo más de lo que yo lo había hecho, la boca de mi mami no quedo libre, pues Pepe se la acerco para tenerla bien llena en sus tres agujeros, todos nos movíamos al mismo compás, mi madre gemía con la verga de Pepe en su boca y cuando se la sacaba comenzaba a gritar, pedía más verga, me pedía a mi y a mi papá que nos la cogiéramos más fuerte.

La puta de mi madre recibía lo que pedía, nos la cogimos en esa posición un buen rato hasta que mi padre se levantó de repente y al hacerlo mi madre se levantó y se dio la vuelta, en ese momento un enorme chorro de leche salía de la verga de mi papá y llegaba volando hasta la cara de mi madre, cuando mi papá terminó de bañar en leche a su mujer Pepe la tomó del cabello con menos brusquedad que mi papá y la hizo voltear hacia él, una segunda descarga de leche llovía en el rostro de mi mamá que parecía extasiada ante esta deliciosa lluvia.

Yo ya me había puesto de pie y mi madre de rodillas frotándose las tetas mientras yo me masturbaba frente a su cara, una ultima dotación de leche caía sobre sus tetas y su cara, ella tomó mi verga con una mano y la empezó a restregar sobre su cara, usándola como una especie de cuchara con la que recogía la leche que tenía en el rostro y la llevaba a su boca, dándome así unas mamadas impresionantes, cerrando con broche de oro tremenda cogida.

Esa noche me fui a dormir más satisfecho que nunca, Pepe se fue después de vestirse y contarle a mi papa como había pasado todo, cerveza en mano y riendo ambos a carcajadas, antes de irse prometió visitarnos otro día y traer a su mujer. Mi mamá se había quedado en el cuarto a solas conmigo pero desgraciadamente mi hermana regresaría en cualquier momento, así que tuvimos que volver a actuar con normalidad antes de poder echar otro polvo.

Desde ese día se volvió costumbre follar juntos los cinco ya fuera en mi casa o en la de Pepe. En mi casa estábamos siempre y cuando mi hermana se fuera de paseo con sus amigas y solo hasta cierta hora. Aunque era más común amanecernos follando en casa de Pepe. Al principio Gabriela casi se desmaya cuando Pepe le dijo quienes eran los que venían conmigo, no podía creer que fuéramos una familia de depravados, incluso yo a veces no podía creerlo, mi sueño era follarme a mi madre, pero esto me parecía que ni en mis más alocados sueños ni en mis más calientes pajas se me hubiera ocurrido.

Así pasaron meses, durante los cuales Gabriela ya era incapaz de lidiar con su moralidad y de plano se dejó llevar por nuestra locura lujuriosa, comprábamos todo tipo de juguetes sexuales, lencería de mil formas para las mujeres que habían terminado por convertirse en nuestras esclavas, nuestras orgías eran tremendas. Nada podía salir mal o si?

Nuestras orgías ya eran algo tan cotidiano que no nos espantaba nada, mi deliciosa madre y Gabriela ya se habían convertido en todas unas putas, las volvimos tan sumisas y obedientes que en verdad se comportaban como todas unas esclavas, el disfrute al parecer no podía llegar más alto, pero como muchos ya se deben de imaginar, las cosas cambiaron un buen día.

Resulto que mi hermana había salido temprano con sus amigas, así que mi papá llamó a Pepe para invitarlo a él y a su mujer a la casa desde el mediodía para aprovechar que mi hermana no estaba. No pasó mucho antes de que llegaran y pasó mucho menos antes de que empezáramos a follar, mi madre se había vuelto muy afectuosa conmigo y procuraba que cogiéramos juntos casi siempre, ese día así pasó y me encerré con ella en mi habitación mientras Pepe y mi papá le daban fuego a Gabriela en la habitación de mis padres.

Mi madre estaba súper caliente, más de lo normal y no me dejaba descansar ni un momento, ni tampoco me dejaba ir con los demás. Perdí la cuenta de los palos que nos habíamos echado ese día, sentía una pasión exorbitante por mi madre, y una felicidad increíble. Entonces en uno de esos momentos de más pasión en que mi madre tenía el culo ensartado mientras brincaba sentada en mi verga oímos un grito en la habitación de al lado. Sin sospechar que habría pasado nos levantamos sin ponernos la ropa, creyendo que Gabriela había soltado ese grito repentino. Estábamos equivocados y en que forma! Era mi hermanita que había regresado temprano de su paseo y había encontrado a dos desconocidos en la cama junto a mi papa, Gabriela estaba siendo penetrada por los dos cuando mi hermana vio el espectáculo.

La pobre estaba blanca del susto, a sus 14 años no imaginaba que vería algo semejante y menos que nos vería a mi madre y a mi entrar de repente y desnudos por completo a la habitación. El impacto fue tal que estuvo a punto de desmayarse, como yo estaba de pie la logré sostener pero ella al notar mi desnudez y mi erección que aun seguía en su mayor plenitud trató de zafarse.

Sin embargo mi hermanita estaba acorralada, en la puerta estaba mi madre y en la cama el trío orgiástico que acababa de encontrar, entonces insistí y la abracé de nuevo, esta vez ella se dejo abrazar al ver que no tenía opción, le acaricié su cabello y mi excitación creció ante la idea de agregar a mi hermana a nuestra bella comunidad, no era yo el único que pensaba eso pues en las miradas de todos los presentes se notaba la misma intención.

Sería cansado relatar las cosas que le contamos a mi hermana pues básicamente son las cosas que ya he contado antes aunque retocadas para no perturbarla tanto, le hablamos de lo bello del amor incestuoso y la micro-comunidad que formábamos. Lo mucho que disfrutábamos juntos y le ofrecimos un lugar en esa comunidad.

Ella estaba azorada, no entendía bien lo que pasaba pero sabía que no tenía muchas opciones, así que a regañadientes aceptó que hiciéramos de ella lo que quisiéramos, obviamente no íbamos a follarla los tres al mismo tiempo, uno de nosotros tendría que iniciarla en las artes amatorias y los tres nos moríamos de ganas de hacerlo, mi padre de inmediato descalificó a Pepe por no ser de la familia, así que todo quedaba entre mi papá y yo, así que dejamos que mi hermanita decidiera.

No sabía por quien decidirse, le pregunte si estaba bien que lo dejáramos a la suerte y ella accedió, todo quedó resuelto en el lanzamiento de una moneda y con toda la suerte del mundo fui yo el elegido por la suerte, me tocaría a mi desvirgar a mi preciosa hermana de 14 años.

Mi hermana pidió que lo hiciéramos a solas, no quería público, y aunque todos protestaron no les quedo de otra, fue la única condición que puso así que nos fuimos a la recamara de ella a poner manos a la obra.

Yo estaba muy emocionado pues aunque había estado con muchas mujeres en mi vida nunca había estado con una niña tan pequeña, aunque me había tocado desflorar a algunas, todas esas le sacaban unos cuantos años a mi hermanita que se me estaba a punto de entregar voluntariamente, casi puedo asegurar que se sintió aliviada cuando vio que era yo el elegido.

Mientras ella se despojaba de su ropa decidí preguntarle por qué entraba en nuestro juego tan fácilmente, porque sinceramente era algo extraño que ella no estuviera más aterrada con la conducta del resto de su familia. Mis dudas se despejaron al instante cuando ella me contó las cosas que una de sus amigas le revelaba acerca de lo que un tío le hacía a la amiga de mi hermana, al parecer mi hermana era la confidente de confianza de su amiga y esta le contaba cada detalle de la forma como su tío la follaba, la curiosidad era enorme en mi hermana y la oportunidad de contarle cosas parecidas a su amiga, o cosas incluso más alocadas le parecía interesante.

Cuando me terminó de contar ella ya se había desvestido casi toda, su faldita de mezclilla y su camiseta así como su corpiño ya estaban en el suelo, solo tenía sus braguitas y sus calcetas puestas, entonces la jalé hacia mi y le di un beso enorme, ella me correspondía torpemente, se notaba que no tenía practica y eso me agradaba, le dije que sería su maestro en todo y la besé de nuevo, sentía como temblaba su boca al apretar yo con la mía, también sentía como se le ponía la piel de gallina mientras pasaba mis manos por su espalda o cuando agarraba sus diminutos pechos que apenas se empezaban a formar. Pensar que yo era el primero que tocaba de esa forma a mi hermana, que yo era el primero en acariciarle esas tetitas que se ponían tiesas al contacto de mi mano me ponía a mil, ya quería cogérmela pero decidí hacerlo lentamente para que ella lo disfrutara al máximo.

Metí una mano debajo de sus braguitas y comencé a acariciarle la cola, ella dejaba escapar profundos suspiros al sentir mi mano acariciándole el culo, podía sentir como temblaba todo su cuerpo y como comenzaba a sudar frío al sentir solo un poco de lo mucho que le haría ese día. Me puse de rodillas frente a ella y le bajé sus bragas lentamente, después de lo cual procedí a comerle su conchita virgen que apenas si mostraba una ligera cantidad de bello púbico. Estaba húmeda pero al sentir mi boca ella comenzó a temblar aun más que antes, doblaba sus piernitas al sentir mi aliento y mi saliva entrando en su cuevita virginal, y sus suspiros iban en aumento.

Yo estaba en el paraíso, mientras le mamaba su conchita pasaba mis manos por sus nalgas tomándolas con firmeza, mi hermana soltaba un ligero "aahh" de vez en cuando sobre todo cuando mi lengua se movía locamente adentro de su conchita. Ya no podía más, quería robarme la flor de mi hermanita y me levanté de golpe con la verga mas erecta que nunca, mostrándosela a mi hermana en todo su esplendor.

Cargué a mi pequeña hermana y la recosté sobre su propia cama boca arriba, inmediatamente me recosté sobre ella y le recalqué que en ese momento sería mi mujer, ella no hablaba, estaba tan nerviosa que no podía hacer nada más que cooperar. Abrí sus piernas y me acerqué lentamente a mi meta, la punta de mi verga toco las paredes de la concha de mi hermana y ella soltó el suspiro más fuerte hasta ese momento. Embriagado en el morbo y la lujuria no me pude contener y dejé entrar gran parte de mi verga de un solo golpe robándome así la delicada flor de mi hermanita pequeña. El grito que ella soltó lo ahogué con un beso profundo al momento, pero sin embargo podía sentir su cuerpo tensándose al instante, sin embargo yo continué con el ritual y metí mi miembro completo en el segundo impulso, esta vez la deje gritar a sus anchas y estoy seguro que todos en la casa sabían lo que eso significaba.

Aunque gritaba con todas sus fuerzas, mi querida hermana no me pedía que me detuviera y aunque me lo hubiera pedido no lo hubiera hecho. Comencé a dar estocada tras estocada en la concha virgen de mi hermana, arrancando gritos ahogados a cada golpe. Lo que más disfrutaba además de los gritos de mi hermanita era la sensación de su piel tan tersa, cada centímetro de su piel era suave como la seda y al sentir ese cuerpecito en contacto con el mío mi excitación llegó al límite, justo en ese momento saque mi verga y bañé con un buen chorro de semen el cuerpo de mi hermana que suspiraba nuevamente al sentir el calor de mi leche bañando su delicioso cuerpo.

La abrace fuerte y nos fundimos en un beso apasionado, mi hermana estaba rendida y atontada ante la experiencia, yo estaba extasiado después de sentir algo semejante. Entonces abrí la puerta de la recamara y ahí de pie estaba mi padre completamente desnudo como lo había dejado antes de entrar con mi hermana y con la verga durísima. Esperaba con ansias su turno, así que me hice a un lado y lo dejé pasar, en la habitación de mis padres se oían los gemidos de placer de mi madre que estaba siendo follada por Pepe, en un par de minutos mi hermana gemía también, yo fui a la sala donde estaba Gaby sonriente, vio mi verga con rastros de leche y sangre y la comenzó a limpiar con su boca, en poco tiempo ya estaba montado en ella haciéndola gemir también.

Desde ese día los seis decidimos mudarnos a vivir todos juntos. Mi padre vendió la casa y Pepe hizo lo mismo, compramos una casa con 3 habitaciones, igual que donde vivía yo con mi familia, pero mucho más amplia y con un jardín más grande. Cada noche era una noche de placer en esa casa, había un cuarto para cada uno de los hombres y las mujeres iban alternándose en esas habitaciones. En otros casos nos reuníamos los 6 en la sala de la casa y comenzábamos una mini-orgía. Era el principio de esta vida de placeres sin freno, y puedo asegurar que nunca en mis más locas fantasías hubiera soñado que esto era posible. Todo gracias a un amigo que me dio esta oportunidad de oro.

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martes, 21 de enero de 2025

La Payada de Mauro Icardi

Seguimos a full con todo lo que tiene que ver con el #WandaGate y los chats XXX hot y subidos de tono de Mauro Icardi con Wanda Nara. Luego del famoso "te quiero llenar de leche la hamburguesa" te mostramos el poema de Mauro Icardi a Wanda Nara y ahora venimos con una parodia de una payada del jugador de fútbol del momento. La encontramos en Facebook y no pudimos no compartirla. Enjoy.


Mauro Icardi humor


Humor : La Payada de Mauro Icardi

“Aquí me pongo a cantar

Al compás de la vigüela,

Que el hombre que lo desvela

Una pena estraordinaria

Como la ave solitaria

Con el cantar se consuela. 


Sentado tomando un mate

En esta tierra Argentina 

Por ahora ando con la China

Parece que está preñada

Y la Guanda anda atacada

Siendo más mersa que fina.


Pido a los Santos del Cielo

Que ayuden mi pensamiento;

Ay, mi Dios! Qué momento!

En medio de toda esta historia

Solamente falta Moria

Típico quilombo argento.


Yo no soy cantor letrao,

Mas si me pongo a cantar

Los guasap voy a mostrar 

Y dejo a todos temblando;

Va a tener que venir Burlando.

Y flor de rosca se va a armar.


Soy gaucho, y entiendaló

Como mi lengua lo esplica:

Que acá se armó flor de pica

Por la “mansión del ensueño”

Que ya tiene un solo dueño 

Aunque Pampita ponga empeño. 


Mi gloria me espera en Turquía

Porque acá aunque me esmero

Termino siendo un villero

Que a Mardel viaja en avión 

Para hacerse el fanfarrón

Y también el caballero. 


Y sepan cuantos escuchan

Que entre tanta payasada 

Hermès va yendo en picada 

Ni Chanel ni Valentino

Escapan a este destino

De andar en tanta grasada.


Me estoy quedando sin yerba

Ante tanta alversidá

Con qué necesidá

La ligan Maxi, Vicuña y Cabré

Esto parece un cabaré

Entre semi-analfabé”.

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