La crueldad de los niños es de todos sabida. El príncipe Aegon Targaryen tenía trece años; la princesa Helaena, once; el príncipe Aemond, diez, y el príncipe Daeron, seis. Tanto Aegon como Helaena eran jinetes de dragón.
Por entonces, Helaena volaba con Fuegoensueño, la hembra que en tiempos había transportado a Rhaena, la Novia de Negro de Maegor el Cruel,mientras que se dice que el joven Fuegosolar de su hermano Aegon era el dragón más bello jamás visto sobre la faz de la tierra. Hasta el príncipe Daeron tenía un dragón, una preciosa hembra azul llamada Tessarion,aunque aún no había montado a su lomo.
Tan solo el hijo mediano, el príncipe Aemond, carecía de dragón, pero su alteza tenía la esperanza de ponerle remedio y propuso que la corte se quedase un tiempo en Rocadragón tras las exequias. Bajo Montedragón había una plétora de huevos, y varias crías también; el príncipe Aemond podría elegir, «si el mozo tiene bastante osadía».
Aun a sus diez años, Aemond Targaryen no andaba corto de audacia. La mofa del rey lo picó, de modo que decidió no aguardar a llegar a Rocadragón. ¿Para qué quería una pobre cría o un dichoso huevo? Allí mismo, en Marea Alta, había una dragona digna de él: Vhagar, la más anciana, la más grande, la más terrible del mundo.
Por más que se sea de linaje Targaryen, aproximarse a un dragón siempre entraña sus peligros, sobre todo tratándose de un dragón viejo y de mal talante que acaba de perder a su jinete. Sus padres jamás le permitirían ni arrimarse a Vhagar, eso bien lo sabía, y mucho menos tratar de montarla,así que procuró que no se enteraran; se levantó al alba mientras aún dormían y salió a hurtadillas al patio, donde Vhagar y los demás dragones comían y estaban estabulados.
Llamadlo audacia, llamadlo necedad, llamadlo suerte, la voluntad de los dioses o el capricho de los dragones. ¿Quién aspira a saber qué pasa por la mente de tales bestias? Lo que sabemos es que Vhagar rugió, se puso en pie, se sacudió violentamente…, se liberó de sus cadenas y voló. Y el joven príncipe Aemond Targaryen se convirtió en jinete de dragón al trazar dos círculos sobre las torres de marea Alta.
Fuego y Sangre, George RR Martin