La salamanca es la residencia del tío (el diablo, mandinga, el malo, zupay, son algunas de sus denominaciones en la Argentina). Allí, acuden además las brujas como doncellas de hermosos cuerpos, lujosamente vestidas o semidesnudas (a veces solo tienen un pañuelo para bailar); los brujos, los aparecidos, las almas condenadas y los hombres y las mujeres que desean realizar un contrato.
Todas las noches hacen una gran fiesta y la música se oye a un quilómetro a la redonda: el golpe de las cajas, las guitarras, los cantos y las voces de la gente que habla.
Se sirven los más deliciosos manjares, vinos de todas las clases en copas de oro. Pero lo más maravilloso de todo es la música que atrae a. quienes andan cerca, especialmente a los borrachos, que sin darse cuenta, se mezclan con los que se divierten en la salamanca.
Algunos describen las salamancas como escuelas donde los profesores son diablos.
Existen numerosas salamancas en nuestro país, las más famosas aparecen en el mapa quereproducimos.
En la provincia de Jujuy, la más importante y antigua es la de un cerro de arenas finas en Abra Pampa, llamado Huancar o Guancar. Se dice que allí nace el viento y la leyenda cuenta que, de la laguna de Santa Catalina, un día salieron dos víboras voladoras con cabeza de gato. Una cayo en el Huancar y otra en el cerro de Catar y así se formaron ambos cerros. De vez en cuando todavía aparece por ahí alguna de esas víboras raras.
El Huancar es el varón; Catar, la mujer y los otros cerritos, los huancarcitos. En el verano,o cuando sopla viento, se levantan y sale toda la familia a festejar el carnaval.
En el Huancar crecen plantas medicinales para hacer té como el paico, la saldia, la muña. En la cima existe una vertiente de agua muy pequeña que ocasionalmente se muestra a los enamorados como una mujer rubia muy bella.
Los pobladores de Abra Pampa aseguran que antes de que sople viento o caiga una fuerte lluvia oyen las Cajas que suenan en el Huancar y los cantos.
En la misma provincia existe otra salamanca en el Cerro de La Peña Colorada, en la ciudad de San Salvador de Jujuy. Esta salamanca es la casa de los duendes, los cuales se han adueñado de las riquezas que los padres jesuitas abandonaron en la mina. Cualquiera que se atreva a entrar es atacado por los guardianes.
Pueden oírse voces, cantos e instrumentos y suelen observarse luces y reflejos de colores. Son luces malas y es preferible no mirarlas. Allí vive Mandinga de un solo ojo enorme que lo ve todo con sus diablos.
Al anochecer se ve salir a la puerta de la salamanca, un sacerdote vestido de negro que se golpea la boca y vuelve a ingresar. Se ríe de todos los cobardes que no son capaces de entrar a buscar el tapado.
En San Luis, se cuenta de un hombre llamado Paulo Miranda que había sido contratado para arrear hacienda. Estaba de guardia durante la noche con un mozo que trabajaba de guía, quien lo invitó a ir a un baile. Al llegar, escucharon las guitarras y las hermosas tonadas. El mozo le indicó que se desnudara para entrar. Miranda obedeció y vio de pronto un salón iluminado como de día. San Antonio apareció de cuerpo entero y Paulo, siguiendo las instrucciones que le dio su compañero, tuvo que escupirlo tres veces. Luego un viboron se envolvió en su cuerpo y metió la cabeza en su boca. Con temor y asco, Miranda soportó todo, y vio salir un chivato que echaba fuego por la nariz y la boca. Instruido por su amigo supero todas las pruebas y llego así al baile. Había hermosas muchachas de largos cabellos que caían sueltos sobre sus caras. Todas eran jóvenes y estaban desnudas. Bailó y cantó toda la noche. La música y los cantos eran bellísimos.
Pronto se le acercó un hombre y le preguntó qué deseaba saber, a lo que Miranda respondi6 que quería aprender a domar como nadie. Entonces fue Llevado a Otro salóndetrás del primero, en donde hacía mucho Calor y había varias calderas llenas de agua hirviendo y varillas derechas en el medio. El hombre hizo que Miranda Subiera a una de las varillas, la cual comenz6 a corcovear entre las calderas de agua. Pese al gran temor, Miranda logré sostenerse firmemente.
Termino la noche y en cuanto cantaron los gallos, los dos amigos salieron y todo desapareció.
Llegaron a la finca donde trabajaban y vieron que elpatrónhabíatraído un animal muy bravo. Miranda montó en él y lo domó en poco tiempo ante el asombro de todos. Desde entonces se lo recuerda como el mejor amansador de la zona.
Miranda asistió otras veces a los bailes de la Salamanca. Una noche sustrajo de la fiesta una fuente de plata; pero a la mañana Siguiente Cuando despertó, se había convertido en un montón de excremento vacuno.
Esto lo asustó y tomo una decisión. Ese sábado, antes de entrar, escondió en su cuerpo un crucifijo. En lo mejor del baile, mientras el diablo hablaba, lo saco y explotó todo. El salón con su gente quedo convertido en una montaña con árboles de espino.
Paulo Miranda sufrió varias heridas. Jamás Supo nada de su compañero. Desde entonces no volvi6 a salamanquear.
Berta Vidal de Battini dice que estas fiestas se originan en la famosa Cueva de Salamanca, donde los estudiantes dela-Universidad se reunían para celebrar ritos de las Ciencias ocultas, comunes en la Edad Media. Asimismo, se dice que acudían a la salamanca del Rio Uruguay los estudiantes de la Fraternidad que faltaban a clase. Pasaban allí el día y parte de la noche cantando y bailando; realizaban fiestas y ceremonias secretas de las cuales no sabemos nada, pues no contaban sus ritos ni siquiera a los hijos. Actualmente aún pueden verse estudiantes dirigirse a esos lugares. Todo hecho misterioso o trágico, toda muerte, asesinato o suicidio, se atribuye a la salamanca. Otros autores? anotan etimologias diversas como "salamandra", animal desde muy _ antiguo relacionado con el fuego y los espíritus del mal, o la voz quechua "sall-manca" (olla maligna).
No todas funcionan los mismos días. La mayoría realiza fiestas todas las noches hasta el primer canto del gallo al amanecer, sonido que deshace todo aquelarre. Sin embargo existen algunas que abren sus puertas solo los martes y los sábados desde el atardecer y muchos afirman que hay salamanca de 12hs. a 13hs., por la tarde al oscurecer y de 24hs. a ths.
Quienes han ido a buscar de día la entrada no la encuentran. Lo más apropiado para los que deseen entrar será intentarlo los sábados a la medianoche, pues no existe ninguna en todo el país que no esté abierta esos días,
Si algún viajero debe pasar cerca de una salamanca, pero no desea tener contacto alguno con el diablo, deberá llevar rosarios y medallas de santos para protegerse.
E! diablo puede aparecer de diversas maneras al forastero que atraviesa su territorio o que se atreve a buscarlo; pero lo frecuente es que llegue montado en un caballo blanco o en una mula negra; vestido de gaucho con botas y bombacha. Su vestimenta revela granelegancia y riqueza; pero la cara no se logra distinguir. El ensillado lleva todas las prendas de plata y las riendas, las espuelas y los enchapados producen al andar el ruido del metal. El diablo brilla en la noche de luna e invita a pasar a la fiesta. Otras veces es un niño desnudo que llora de frio, pero que cuando ríe, muestra agudos dientes y echa fuego por la boca. Sin embargo hay quienes lo han encontrado en actitud más cotidiana cebando.
Habla a los hombres de la forma de conseguir grandes y fabulosas riquezas y los invita a-firmar un contrato. Convida licor y toma junta a los infortunados.
Quienes acamparon cerca de alguna salamanca porque iban viajando y fueron invitados por el diablo y las brujas a la fiesta, cuentan que han pasado la noche alii; pero al alborear, sin saber cómo ni por qué se han encontrado en el mismo lugar donde habían acampado, en la cama que habían tendido en el suelo.
Todos los paisanos saben que es muy difícil embromar al diablo y a los brujos y brujas; pero hay algunos como el viejo Miranda que lo han logrado.
Aquellos que, tratando de burlar los preceptos, intentaron Llevarsealgún alimento u objeto de oro del salón, al amanecer encontraron el excremento de un animal en su lugar; y si se durmieron junto a alguna bella muchacha, despiertan abrazados a un espinillo o a un peñón.
SOBRE LOS CONTRATOS
Se puede elegir una profesión o dinero a cambio del alma; el diablo otorga el pedido y aclara cuantos años le quedan de vida a la persona, que deberá dar su alma a cambio. Unos van a aprender a cantar, otros a ejecutar con gran maestría la guitarra, el acordeón, la quena u otro instrumento, (el encantamiento es tan poderoso que aunque una persona haya tomado demasiado vino no pierde nunca la capacidad de tocar bien). También aprenden a ser buenos reparadores de cajas.: estos instrumentos deben ser dejados una noche en los cerros donde haya salamanca para que los toque el tío, de ese modo al día siguiente sonara bien. Otros desean ser jugadores de gran suerte para que nadie pueda ganarles; o valientes peleadores y cuchilleros hábiles. Pueden aprender a curar, a cuidar bien los animales, a manejar camiones, a ser buenos domadores y amansar potros, a ser buenos mineros, a enamorar (para que los quieran las mujeres o los hombres), a hacer dinero. A cambio de una de estas virtudes deberán firmar un contrato con su propia Sangre y al morir se irán en cuerpo y alma con el demonio). Cuando el desdichado es sepultado, al otro día aparece un agujero en la tierra por donde el tío se lo ha llevado. Ha habido casos en los que la prenda del contrato fue entregar un gallo blanco dos veces por semana.
Los hombres que han ido a ver al diablo y han realizado tratos con él cambian de carácter, se hacen más taciturnos y reservados como si anduvieran pensando en el convenio hecho. Los de caráctermas débil llegan a enloquecer. Quienes no quieren hacer trato con él, pelean. A estos hombres les sale sangre por la nariz varios días.
Veamos, según sus informaciones cómo es una salamanca por dentro y qué se hace en ella:
Todos coinciden en que una vez adentro se debe tener mucho coraje pues hay que pasar por determinadas pruebas (que varían según el lugar). Por lo general aparecen animales peligrosos (tigres, leones) o ponzoñosos (serpientes, arañas) en diversas entradas sucesivas; hay que estar tranquilo, como si nada, pues de hecho se trata de pura apariencia (si el aspirante tiene miedo o se asusta, puede volverse loco). Luego hay que escupir o pisotear imágenes religiosas de santos o del mismo Jesucristo y debe renunciarse a la propia religión; si alguien pronuncia el nombre de El Salvador, desaparece todo.
Sólo quienes logran pasar estas pruebas acceden a los salones. Algunos describen el interior como un museo. Hay habitaciones con muebles de oro. Un salón lujosamente alumbrado, donde en vajillas y copas de oro se sirven los manjares más exquisitos, los vinos y las bebidas más variadas y deliciosas.
En carnaval, ocurre que los integrantes de algunas salamancas salen a festejar yendo de un lado a otro. No se los puede ver pero se oye la música, las risas y los cantos. Entonces, la gente se persigna.
Bibliografía: “Seres Mágicos” de la autora Elena Bossi