Siempre fui maradoniano. Jamás admiré tanto a un futbolista. Escondido me iba a la Boca a verlo jugar siendo hincha de River desde la cuna. Lloré cuando lo dejaron afuera del mundial. Y cuando en 1990 fui a Italia mi prioridad era verlo jugar en el Napoli antes que ver el Coliseo Romano o la casa de Romeo y Julieta en Verona.
Y pensé tatuarme a Maradona.
Menos mal que no me la tatué.
Me especialicé como psicólogo en Derechos del Niño y el Adolescente. Justamente ayer atendí a una niña abusada de 10 años. Este año atendí muchos abusos a menores.
¿Qué hubieran pensado esas niñas o sus padres si me veían en el brazo un tatuaje de Maradona? En realidad fueron ellas quienes me hablaron de que Maradona se abusaba de menores, allá por diciembre del año pasado. De entrada me sorprendí pero busqué material y lo encontré.
En esos años donde Maradona abusaba de menores en Cuba y cuyas fotos y testimonios ya no se pueden esconder, ni siquiera es justificable por inimputabilidad. En esos años sí sostenía el juicio crítico, el criterio de realidad. Años antes de su muerte a mi criterio Maradona ya había perdido el juicio y era inimputable. Pero como generaba mucho dinero nadie fue a un juez a pedir su insanía y las correspondientes medidas cautelares.
Aclaro que no se trata de pedofilia. Se trata de abuso sexual de menores y complicidad de varios en el delito Trata de Personas.
Pedofilia es cuando el niño aún tiene cuerpo de niño, antes de los 13 años. Pero la gravedad del caso no puede soslayarse por más que duela, por más que sea Maradona.
En diciembre ya me he expresado al respecto porque fue en ese mes que me enteré, pero lo borré porque las fotos no estaban constatadas. Ahora sí. Y me parece que falta mucho material. Sé que hay abogados tratandonde proteger videos y más fotos..
Repudio también a quienes promovían o sabían lo que pasaba, como por ejemplo Guillermo Cóppola, Claudia, y otros hombres de la noche porteña. Pero también lo sabían los políticos. Y se hizo un funeral multitudinario que causó muchos contagios y seguramente muchas muertes.
C.F. K y su séquito de farsantes feministas narran una defensa al feminismo y a otros derechos humanos, pero C.F.K fue a llorarlo en su funeral como una viuda herida de muerte. Y ella lo sabía. Ni dudas tengo.
No importa si en Cuba está permitido relacuonarsw sexualmente con una menor. La legalidad es lo que menos importa en estos casos porque se trata de la legalidad de una dictadura.
Aún no entiendo como la niña abusada pudo hacerse en la Argentina una cirugía mamaria sin el consentimiento de sus padres o un tutor.
El silencio en la sociedad es estremecedor. Quizás porque Maradona era K. O quizás también porque es una gran herida narcisista ya que Maradona es sinónimo de Argentina.
Este fanatismo pone a la luz que la ética no existe en los fanáticos. No hay ideologías consistentes si se calla ante estos crímenes. Más que lamentable son los que a pesar de las evidencias atacan a las víctimas.
Es muy berreta seguir escuchando anécdotas de G. Coppola como si fuera el más piola de la Argentina. ¿Es de piola no defender a una menor de edad quien relata -y le creo- que le pegaban y la obligaban a hacer cualquier cosa con otros hombres muy pasados de edad?
Claudia también lo sabía y no decía nada. Esa chica era menor que sus hijas Dalma y Yanina.
Lo que es la plata no? Obviamente siempre lo usaron a Maradona pero él también usó a otras personas, y cuando se trata de menores no existe la tibieza. O se es ético o no se lo es en estas cuestiones..
Con muchísimo dolor posteo.
Pero le agradezco a Dios o a mi intuición no haberme tatuado al mejor jugador de fútbol de toda la historia pero que como persona fue un asco. Todos nos equivocamos, nadie es un santo, pero hacer este tipo de cosas es deplorable desde donde se lo mire.
Grandes ídolos del deporte han demostrado ser una verguenza como personas.
Idolatraba a Monzón y fue un femicida. Me gustaba el Lole Reuteman e hizo un desastre monumental cuando fue gobernador de Santa Fe. El Bambino Veyra le dio a mi River la única copa del Mundo y cuando lo subí al podio de mis cracks luego me enteré que fue un violador de menores.
No tengo problemas en asumir mi error. Me pregunto cómo pude idolatrar tanto a Maradona. Ya había señales, principalmente de violencia de género, desde mucho antes a lo que ya a esta altura es innegable, pero no las podía procesar o no lo podía ver. A veces uno no quiere ver. Y creo que los argentinos somos expertos en no querer ver. Somos un país con los ojos vendados. Por eso estamos como estamos. Mal!
Lo preocupante es que la mayoría no lo haga.
Hay que enfrentarse al error propio.
Defensores de estos seres alegan que San Martín se casó con una menor. El tipo nació en 1778. Ni siquiera saben qué significa el progreso de la historia, de las leyes, de la cultura. Y saltan con estos argumentos infantiles e ignominiosos.
Rompí posters y remeras firmadas. Basta de Maradona Dios! Lo digo con dolor, pero me genera más dolor ponerme en el lugar de las víctimas. Ya no esta Maradona pero sí hay complices que deberían predentarse ante la Justicia si algo de dignidad tienen.
No se puede tener una posición de soslayamiento o de atisbo frente a estos delitos. Y menos yo que defiendo víctimas y sé lo que sufren, y de la impotencia que se siente porque sin pruebas concretas generalmente nadie va preso.
Tenemos que abrir los ojos, ver lo que nos pasa como sociedad, mirar las miles de villas y no agachar la mirada cuando vemos en Buenos Aires tantos indigentes, tantos niños pidiendo comida.
El país está destrozado moralmente y si queremos mejorarlo lo primero que tenemos que hacer es hacernos cargo de lo que hacemos y de lo que no hacemos.
Fuente: Facebook Pablo Hernán Fiegl