Caí al piso!!! sobre mi tobillo izquierdo,"CRACK!!!!" se escuchó. El dolor me rebazó, casi me desmayo. Estaba en un pueblito de Guadalajara, de vacaciones en casa de mi hermano mayor. Apenas habiamos llegado, nos pusimos a jugar fútbol, pisé la pelota, caí muy mal y... tómala. una pierna rota.
Me llevaron al hospital, a urgencias. Me recibieron de inmediato. Me llevaron a una camilla rodeada de mucha gente accidentada y herida. Solo una cortina separaba cada camilla. Me dieron una batita, -ya las conoces -esas que se sujetan por detrás con unas tiritas de tela-. Ahí me tienes quitándome la ropa para quedarme con la batita. Ya me conoces! no me da pena para nada mi cuerpo, disfruto enseñarlo, he modelado desnuda y me han tomado estudios fotográficos también desnuda. Pero... Eso de desnudarme frente a los doctores en un hospital, pues si me apenó poquito, pero era tanto mi sufrimiento por mi pierna que termino por no importarme. Me quité la ropa, (toda!) y me puse la dichosa bata, la cual me amarró por detrás un doctor, de esos jovenes que hacen sus practicas, "Gustavo Rojas Aguirre", decia su gafete, -Aún me acuerdo del nombre completo-. Seguro me vio las nalgas. Las radiografias mostraban mis huesos rotos. Me programaron para una operación. Tristeza enorme, lloré y lloré. Nunca había estado en un hospital y menos para una operación. Me abrieron el tobillo por ambos lados, me colocaron una placa de titanio, un clavote y seis tornillos, que aún llevo conmigo, al igual que las cicatrices, que aun se ven horribles, fueron como 200 puntadas. Bueno! No podría ser perfecta para siempre, no crees? Me trasladaron en mi camilla a una pequeña habitación formada por 4 cortinas de tela color azul, que me separaban de los demás accidentados. Pinchazo y suero con anestesia en mi brazo, y por fin, después de varias horas, el dolor se fue. Regularmente me visitaba el Dr. Gustavo para hacerme preguntas sobre mi salud y el estado en que me encontraba, las respuestas las anotaba en unas hojas que llevaba con el -era mi historia clínica-. Yo estaba muy desesperada y aunque también estaba muerta de miedo, ya quería que me operaran y terminara esta pesadilla. La operación tardo mucho, hasta el día siguiente. Era mucho tiempo como para no hacer pipi, le dije al Dr, Gustavo que tenia que ir al baño, que como le hacia, me prestaban unas muletas o una silla de ruedas, ¡¡No se!!! el regreso con un "Cómodo" ya sabes esos recipientes metálicos para los pacientes que no se pueden mover. Yo le dije ¡Nooooo! Yo no voy a hacer ahí. ¡¡¡Yo voy al baño!!!! No hubo manera de convencerlos. Toda encabronada, pedí que me dijeran como se usaba. Y yo con mi pierna inutilizada fui un fracaso, el Dr. Gustavo casi me cargo ahí sobre mi camilla y me coloco el "Cómodo" Me subí la bata y toda desesperada y sin gota de morbo, mostré todos mis encantos carnales. Pensé: -Estos doctores han de mirar mujeres desnudas orinando todo el tiempo- La pena no cabía en este momento. Orine y orine, casi llenaba el cómodo y sentí un alivio delicioso al poder, al fin, vaciar mi vejiga. Note al Dr. Gustavo nervioso y quiso voltear la cara timidamente, pero la verdad, es que me vio todo lo que pudo. Me dio un papel higiénico para limpiarme y se fue. ¡¡¡Yo creo que a masturbarse!!! Ya en la noche regreso con una enfermera y me empezaron a preparar para la operación. Me vendaron la pierna sana, nunca supe porque, tal vez para que no se me enfriara ya que los quirófanos son muy fríos. o tal vez para que el Cirujano no se equivoque y no opere la pierna equivocada, Jajajaja. Pues este doctorcito, me puso la venda, imagínate yo acostada, con la batita, la pierna de fuera y el Dr. Gustavo con mi pierna en sus manos, desde donde el estaba podia ver perfectamente mi vello púbico y como es muy cortito, se pueden ver mis labios vaginales. Bueno!!! ahi fue donde yo pensé. "Este Dr. Ya me vio el cuerpo mas que cualquiera de mis amantes" y me pregunte: ¿Asi pasara con todos sus pacientes? ¿Porque no viene una enfermera a realizar estas actividades? Me llevaron al quirófano. Yo estaba aterrada, tenia miedo de que me operaran mal, de que algo saliera mal. Tome la mano del cirujano y le dije: -"Que dios guie su mano" le bese las manos y empecé a llorar de nuevo. "Por favor Dr. Opereme con mucho cuidado, con amor" Jajajajaaja, Ahora me da tanta risa, que ridícula fui!!! Me anestesiaron y me dijeron cuenta al diez de atrás para adelante. Y yo... 10, 9, 8, 7, 6.... y.... ¡¡¡Me sentí tan bien!!! era el efecto de la anestesia que estaba pasando. La habitación casi en penumbras, era el área de recuperación, en donde llevan a los recién operados. Empecé a recobrar la consciencia y me sentía tan agusto que quería que ese momento durara para siempre. Poco a poco empecé a percibir las sensaciones de mi cuerpo y... ¡Caramba!... estaba percibiendo placer... Si, placer sexual. Conforme recobraba la consciencia, supe que algo estaba estimulando mi sexo. Con las pocas fuerzas que tenia levante un poco mi cara y pude ver que entre mis piernas había una cabeza!!!! dandome una mamada!!!! Me estaba gustando la estimulacion, era fuerte. Y me dije: "¡Que diablos, se supone que estoy sedada!" y me relaje y disfrute, fingí estar dormida. Después de un momento, la persona se levanto, abrí muy poco los ojos, trate de enfocar la mirada en la oscuridad, con la poca luz que habia y vi que era mi famoso Dr. Gustavo!!!! Caramba!!! Mis sospechas eran ciertas, yo le gustaba al Jariosos Dr. Sin sospechar que yo ya estaba medianamente despierta, se saco el pene y se empezó a masturbar ahí bien pegadito a mi, su eyaculacion cayó en mis piernas. Se recupero, me cubrió y se fue. Yo muy a gusto volví a quedar dormida. Al amanecer me trasladaron a piso, a una habitación, que competía con un señor al que nunca pude ver, era muy querido ya andaba en las ultimas, todo el tiempo tenia visitas. Nuestras camas las separaba una cortina. La anestesia estaba pasando y yo le decía a las enfermeras que me dolía que me dieran mas anestesia, mandaron llamar al Dr. ¿Que doctor? ¡Pues Gustavo! -¡Dr. me duele, dame mas anestesia! y el: "No puedo, ya te dimos mucha" Y yo retadora y chantajista en voz baja: -"Se lo que hiciste anoche conmigo" -el se puso pálido y no atinaba a decir nada coherente. y yo insistiendo le dije quedito: "Tengo tu semen en mis piernas" Ja!!! Rápido fue, regreso y le anexo algo a mi suero, uf!!!! me dormí!!! ¿Te acuerdas de esas películas en donde esta el accidentado en su cama con la pierna colgando de un arnés? pues así estaba yo: Mi pierna vendada hasta la rodilla y yo con mi puta batita y una frazada tapandome lo mejor que podía Mi caliente Dr. Gustavo, llego en la noche y empezó la revisión de rutina y las preguntas de siempre. Por las anestesias, yo me encontraba constantemente en un estado alterado de mis facultades, ¡Como si estuviera ebria y con sueño! Al tener ahí al Dr. le pregunte en un susurro: -¿Te exito? -el se acerco para escuchar bien, --¿Perdón? y yo: -¿Que si te excito?, -¿te gusta mi cuerpo? -¿Me quieres coger? El Dr. se soltó, Me confeso que se sentía muy atraído hacia mi, que solo pensaba en mi y en mi cuerpo. Y al estar hablando asi quedito cerquita de mi, casi rozandome con sus labios al hablar, puso su mano timidamente en uno de mis senos, al ver que no proteste, metió su mano por debajo de mi bata y me acaricio por todos lados, muy rico y muy tierno, Me beso los labios, muy suavecito, como si me fuera a lastimar. Metio sus dedos en mi vagina y yo me estremecí. Mi Dr. Gustavo sin dejar de echar un vistazo a la puerta, se bajo el pantalón, se subió a mi cama y se acomodo, entre mis piernas, para no lastimar mi pierna que estaba colgando del arnés, saco su pene y me lo metio, sabiamente supo mover las caderas y sus manos no dejaron de acariciar mis senos y sus labios de morder mis pezones y mi cuello Todo fue en silencio Si visualizas la postura, yo tenia la pierna operada levantada, el puso su pierna debajo de esta y la otra arriba de la buena, así entre lazados. Yo quería un orgasmo que me relajara, use mis dedos y el Dr. en esa posición estimulaba mi punto G. Si. Me vine, Uff!! me costo aguantar los gemidos. Ya que como sabes, soy muy escandalosa. Mi ardiente Dr. hizo lo suyo, se vino dentro de mi, al hacerlo no dejo de decir: -"Te amo Ale, te amo" Se levanto, se acomodo su bata, se acerco, me dijo una serie de palabras muy lindas y excitantes sin dejar de acariciar mis senos. El no quería, pero se fue a seguir con su ronda. Mi Dr. Era alto, flacucho, con los razgos muy definidos, no era una belleza, pero, tenia una personalidad muy atractiva. Me agradaba y mucho. ¡Quien lo diría!. ¡En que circunstancias me había venido a encontrar con este lindo y ardiente hombre! Al otro día, una enfermera hizo por mi lo mejor que alguien podía hacer, Me baño. Ya estaba hasta la madre de usar el maldito cómodo, -no se quien fue el idiota que le puso ese nombre- Me autorizaron ir al baño en silla de ruedas. Una enfermera muy amable me quería ayudar, pero yo me hice la tonta, fingí debilidad, para que fueran por mi Dr. y el me ayudara, me cargo, me sentó en la silla y me llevo al baño. Entre con todo y silla y yo solita me senté en el excusado. ¡Claro! le dije al Dr. erotico, que me esperara ahí afuerita. Cuando hice lo que debía, me limpie, jale la palanca y abrí la puerta, le dije al Dr. que me ayudara. Ya no necesitaba la ayuda, pero quería conocer directamente al lindo pene que me visito la noche anterior. Al entrar al baño, le abrí la bata, le baje el pantalón y saque al visitante misterioso. Este lindo pene salio ya bastante crecido. Lo lamí y me lo metí a la boca, creció un poco mas y se endureció, yo me humedeci de inmediato. Me levante con mi pierna sana, la pierna operada quedo levantada, el la sostubo con una de sus manos y la otra en mis nalgas, me penetro. Mmmmm.... Nos besamos y le ordené: -"Repiteme lo que me dijiste ayer" y el -"Te amo Ale, te amo" y yo mirándolo con mis ojos de balcón y mis labios pegaditos a los suyos -No lo dejes de decir ¡¡¡Que rico es coger!!!! Muchas veces he pensado que lo mas probable es que haya venido a este mundo solo para eso Cuando terminamos me regreso a mi cama, mas relajada y feliz que antes. En una de sus visitas de rutina me platico todo lo que había pasado: -"Desde que te vi llegar"... Me dijo: -"Me dejaste impresionado, eres la mujer mas bella que he visto" Jajaja, de verdad, eso me dijo, tal vez tu no estés de acuerdo, pero el así me vio. Me dijo cosas hermosas que me hicieron sentir muy bien. Que había cambiado turnos con sus compañeros para estar siempre ahí conmigo, Que quería seguir viéndome, Que yo era la mujer ideal y... que estaba enamorado de mi. Aunque a mi me encanto lo que viví y le agradezco que haya hecho mi presencia en el hospital agradable, le dije que yo estaba de visita, que tenia que irme, ya tenia mi vida hecha en Veracruz. El se sintió muy mal, se puso triste y todas las oportunidades que tenia llegaba y me besaba en los labios muy rico y tierno, muy suavecito, como para no lastimarme, hum!!! si los labios no me los fracture!!!! No había visto las heridas de la operación, cuando quite los vendajes y por fin las vi, de nuevo, empecé a llorar, se veía horrible mi pierna. Toda hinchada, deformada, con unas heridas y costuras tremendas, como las del Monstruo de Frankinstein, en ambos lados de mi pierna. Con el tiempo todo fue regresando a la normalidad. Aun tengo las cicatrices y la placa, clavos y tornillos. Cuando hace frío me da una punzada y me acuerdo de mi Dr. Gustavo
Fuente: Facebook
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Me llevaron al hospital, a urgencias. Me recibieron de inmediato. Me llevaron a una camilla rodeada de mucha gente accidentada y herida. Solo una cortina separaba cada camilla. Me dieron una batita, -ya las conoces -esas que se sujetan por detrás con unas tiritas de tela-. Ahí me tienes quitándome la ropa para quedarme con la batita. Ya me conoces! no me da pena para nada mi cuerpo, disfruto enseñarlo, he modelado desnuda y me han tomado estudios fotográficos también desnuda. Pero... Eso de desnudarme frente a los doctores en un hospital, pues si me apenó poquito, pero era tanto mi sufrimiento por mi pierna que termino por no importarme. Me quité la ropa, (toda!) y me puse la dichosa bata, la cual me amarró por detrás un doctor, de esos jovenes que hacen sus practicas, "Gustavo Rojas Aguirre", decia su gafete, -Aún me acuerdo del nombre completo-. Seguro me vio las nalgas. Las radiografias mostraban mis huesos rotos. Me programaron para una operación. Tristeza enorme, lloré y lloré. Nunca había estado en un hospital y menos para una operación. Me abrieron el tobillo por ambos lados, me colocaron una placa de titanio, un clavote y seis tornillos, que aún llevo conmigo, al igual que las cicatrices, que aun se ven horribles, fueron como 200 puntadas. Bueno! No podría ser perfecta para siempre, no crees? Me trasladaron en mi camilla a una pequeña habitación formada por 4 cortinas de tela color azul, que me separaban de los demás accidentados. Pinchazo y suero con anestesia en mi brazo, y por fin, después de varias horas, el dolor se fue. Regularmente me visitaba el Dr. Gustavo para hacerme preguntas sobre mi salud y el estado en que me encontraba, las respuestas las anotaba en unas hojas que llevaba con el -era mi historia clínica-. Yo estaba muy desesperada y aunque también estaba muerta de miedo, ya quería que me operaran y terminara esta pesadilla. La operación tardo mucho, hasta el día siguiente. Era mucho tiempo como para no hacer pipi, le dije al Dr, Gustavo que tenia que ir al baño, que como le hacia, me prestaban unas muletas o una silla de ruedas, ¡¡No se!!! el regreso con un "Cómodo" ya sabes esos recipientes metálicos para los pacientes que no se pueden mover. Yo le dije ¡Nooooo! Yo no voy a hacer ahí. ¡¡¡Yo voy al baño!!!! No hubo manera de convencerlos. Toda encabronada, pedí que me dijeran como se usaba. Y yo con mi pierna inutilizada fui un fracaso, el Dr. Gustavo casi me cargo ahí sobre mi camilla y me coloco el "Cómodo" Me subí la bata y toda desesperada y sin gota de morbo, mostré todos mis encantos carnales. Pensé: -Estos doctores han de mirar mujeres desnudas orinando todo el tiempo- La pena no cabía en este momento. Orine y orine, casi llenaba el cómodo y sentí un alivio delicioso al poder, al fin, vaciar mi vejiga. Note al Dr. Gustavo nervioso y quiso voltear la cara timidamente, pero la verdad, es que me vio todo lo que pudo. Me dio un papel higiénico para limpiarme y se fue. ¡¡¡Yo creo que a masturbarse!!! Ya en la noche regreso con una enfermera y me empezaron a preparar para la operación. Me vendaron la pierna sana, nunca supe porque, tal vez para que no se me enfriara ya que los quirófanos son muy fríos. o tal vez para que el Cirujano no se equivoque y no opere la pierna equivocada, Jajajaja. Pues este doctorcito, me puso la venda, imagínate yo acostada, con la batita, la pierna de fuera y el Dr. Gustavo con mi pierna en sus manos, desde donde el estaba podia ver perfectamente mi vello púbico y como es muy cortito, se pueden ver mis labios vaginales. Bueno!!! ahi fue donde yo pensé. "Este Dr. Ya me vio el cuerpo mas que cualquiera de mis amantes" y me pregunte: ¿Asi pasara con todos sus pacientes? ¿Porque no viene una enfermera a realizar estas actividades? Me llevaron al quirófano. Yo estaba aterrada, tenia miedo de que me operaran mal, de que algo saliera mal. Tome la mano del cirujano y le dije: -"Que dios guie su mano" le bese las manos y empecé a llorar de nuevo. "Por favor Dr. Opereme con mucho cuidado, con amor" Jajajajaaja, Ahora me da tanta risa, que ridícula fui!!! Me anestesiaron y me dijeron cuenta al diez de atrás para adelante. Y yo... 10, 9, 8, 7, 6.... y.... ¡¡¡Me sentí tan bien!!! era el efecto de la anestesia que estaba pasando. La habitación casi en penumbras, era el área de recuperación, en donde llevan a los recién operados. Empecé a recobrar la consciencia y me sentía tan agusto que quería que ese momento durara para siempre. Poco a poco empecé a percibir las sensaciones de mi cuerpo y... ¡Caramba!... estaba percibiendo placer... Si, placer sexual. Conforme recobraba la consciencia, supe que algo estaba estimulando mi sexo. Con las pocas fuerzas que tenia levante un poco mi cara y pude ver que entre mis piernas había una cabeza!!!! dandome una mamada!!!! Me estaba gustando la estimulacion, era fuerte. Y me dije: "¡Que diablos, se supone que estoy sedada!" y me relaje y disfrute, fingí estar dormida. Después de un momento, la persona se levanto, abrí muy poco los ojos, trate de enfocar la mirada en la oscuridad, con la poca luz que habia y vi que era mi famoso Dr. Gustavo!!!! Caramba!!! Mis sospechas eran ciertas, yo le gustaba al Jariosos Dr. Sin sospechar que yo ya estaba medianamente despierta, se saco el pene y se empezó a masturbar ahí bien pegadito a mi, su eyaculacion cayó en mis piernas. Se recupero, me cubrió y se fue. Yo muy a gusto volví a quedar dormida. Al amanecer me trasladaron a piso, a una habitación, que competía con un señor al que nunca pude ver, era muy querido ya andaba en las ultimas, todo el tiempo tenia visitas. Nuestras camas las separaba una cortina. La anestesia estaba pasando y yo le decía a las enfermeras que me dolía que me dieran mas anestesia, mandaron llamar al Dr. ¿Que doctor? ¡Pues Gustavo! -¡Dr. me duele, dame mas anestesia! y el: "No puedo, ya te dimos mucha" Y yo retadora y chantajista en voz baja: -"Se lo que hiciste anoche conmigo" -el se puso pálido y no atinaba a decir nada coherente. y yo insistiendo le dije quedito: "Tengo tu semen en mis piernas" Ja!!! Rápido fue, regreso y le anexo algo a mi suero, uf!!!! me dormí!!! ¿Te acuerdas de esas películas en donde esta el accidentado en su cama con la pierna colgando de un arnés? pues así estaba yo: Mi pierna vendada hasta la rodilla y yo con mi puta batita y una frazada tapandome lo mejor que podía Mi caliente Dr. Gustavo, llego en la noche y empezó la revisión de rutina y las preguntas de siempre. Por las anestesias, yo me encontraba constantemente en un estado alterado de mis facultades, ¡Como si estuviera ebria y con sueño! Al tener ahí al Dr. le pregunte en un susurro: -¿Te exito? -el se acerco para escuchar bien, --¿Perdón? y yo: -¿Que si te excito?, -¿te gusta mi cuerpo? -¿Me quieres coger? El Dr. se soltó, Me confeso que se sentía muy atraído hacia mi, que solo pensaba en mi y en mi cuerpo. Y al estar hablando asi quedito cerquita de mi, casi rozandome con sus labios al hablar, puso su mano timidamente en uno de mis senos, al ver que no proteste, metió su mano por debajo de mi bata y me acaricio por todos lados, muy rico y muy tierno, Me beso los labios, muy suavecito, como si me fuera a lastimar. Metio sus dedos en mi vagina y yo me estremecí. Mi Dr. Gustavo sin dejar de echar un vistazo a la puerta, se bajo el pantalón, se subió a mi cama y se acomodo, entre mis piernas, para no lastimar mi pierna que estaba colgando del arnés, saco su pene y me lo metio, sabiamente supo mover las caderas y sus manos no dejaron de acariciar mis senos y sus labios de morder mis pezones y mi cuello Todo fue en silencio Si visualizas la postura, yo tenia la pierna operada levantada, el puso su pierna debajo de esta y la otra arriba de la buena, así entre lazados. Yo quería un orgasmo que me relajara, use mis dedos y el Dr. en esa posición estimulaba mi punto G. Si. Me vine, Uff!! me costo aguantar los gemidos. Ya que como sabes, soy muy escandalosa. Mi ardiente Dr. hizo lo suyo, se vino dentro de mi, al hacerlo no dejo de decir: -"Te amo Ale, te amo" Se levanto, se acomodo su bata, se acerco, me dijo una serie de palabras muy lindas y excitantes sin dejar de acariciar mis senos. El no quería, pero se fue a seguir con su ronda. Mi Dr. Era alto, flacucho, con los razgos muy definidos, no era una belleza, pero, tenia una personalidad muy atractiva. Me agradaba y mucho. ¡Quien lo diría!. ¡En que circunstancias me había venido a encontrar con este lindo y ardiente hombre! Al otro día, una enfermera hizo por mi lo mejor que alguien podía hacer, Me baño. Ya estaba hasta la madre de usar el maldito cómodo, -no se quien fue el idiota que le puso ese nombre- Me autorizaron ir al baño en silla de ruedas. Una enfermera muy amable me quería ayudar, pero yo me hice la tonta, fingí debilidad, para que fueran por mi Dr. y el me ayudara, me cargo, me sentó en la silla y me llevo al baño. Entre con todo y silla y yo solita me senté en el excusado. ¡Claro! le dije al Dr. erotico, que me esperara ahí afuerita. Cuando hice lo que debía, me limpie, jale la palanca y abrí la puerta, le dije al Dr. que me ayudara. Ya no necesitaba la ayuda, pero quería conocer directamente al lindo pene que me visito la noche anterior. Al entrar al baño, le abrí la bata, le baje el pantalón y saque al visitante misterioso. Este lindo pene salio ya bastante crecido. Lo lamí y me lo metí a la boca, creció un poco mas y se endureció, yo me humedeci de inmediato. Me levante con mi pierna sana, la pierna operada quedo levantada, el la sostubo con una de sus manos y la otra en mis nalgas, me penetro. Mmmmm.... Nos besamos y le ordené: -"Repiteme lo que me dijiste ayer" y el -"Te amo Ale, te amo" y yo mirándolo con mis ojos de balcón y mis labios pegaditos a los suyos -No lo dejes de decir ¡¡¡Que rico es coger!!!! Muchas veces he pensado que lo mas probable es que haya venido a este mundo solo para eso Cuando terminamos me regreso a mi cama, mas relajada y feliz que antes. En una de sus visitas de rutina me platico todo lo que había pasado: -"Desde que te vi llegar"... Me dijo: -"Me dejaste impresionado, eres la mujer mas bella que he visto" Jajaja, de verdad, eso me dijo, tal vez tu no estés de acuerdo, pero el así me vio. Me dijo cosas hermosas que me hicieron sentir muy bien. Que había cambiado turnos con sus compañeros para estar siempre ahí conmigo, Que quería seguir viéndome, Que yo era la mujer ideal y... que estaba enamorado de mi. Aunque a mi me encanto lo que viví y le agradezco que haya hecho mi presencia en el hospital agradable, le dije que yo estaba de visita, que tenia que irme, ya tenia mi vida hecha en Veracruz. El se sintió muy mal, se puso triste y todas las oportunidades que tenia llegaba y me besaba en los labios muy rico y tierno, muy suavecito, como para no lastimarme, hum!!! si los labios no me los fracture!!!! No había visto las heridas de la operación, cuando quite los vendajes y por fin las vi, de nuevo, empecé a llorar, se veía horrible mi pierna. Toda hinchada, deformada, con unas heridas y costuras tremendas, como las del Monstruo de Frankinstein, en ambos lados de mi pierna. Con el tiempo todo fue regresando a la normalidad. Aun tengo las cicatrices y la placa, clavos y tornillos. Cuando hace frío me da una punzada y me acuerdo de mi Dr. Gustavo
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