Un cuento de terror donde la protagonista es una mujer sedienta de venganza "La mujer de la que mi esposo se enamoró".
Hace un par de años conocí a mi actual pareja de la cual estoy perdidamente enamorada, sin embargo con el paso del tiempo he dejado de gustarle; al principio era muy sutil el cambio sin embargo un día me armé de valor y le cuestioné del porque ya no me tocaba, ya no me besaba y me respondió de la forma más hiriente que un hombre puede responderle a una mujer que lo ama, me dijo y cito:
- ¡¡¡Ya no tenemos sexo porque has subido de peso, ya no te beso porque la boca te apesta, ya no te toco porque apestas no gusta tener relaciones contigo cuando estás en tu periodo por qué me da asco, incluso que duermas a mi lado ya no eres la misma que conocí!!!
Aunque cuando yo le conocí tenía un cuerpo torneado y una piel firme hay algo en el camino de una mujer que no podemos controlar; aunque todos crean que las mujeres somos controladoras, hay algo que no podemos controlar y eso es el paso del tiempo. Cuando conocí a mi pareja tenía 27 años sin embargo al pasar del tiempo mi organismo no procesa los alimentos de la misma forma, no bajo de peso a la velocidad que lo hacía, y las arrugas en mi rostro se fueron formado con el paso de los años, aunque mi higiene es pulcra jamás logro agradarle.
Una tarde después de una nueva humillación de su parte y llena de frustración fui corriendo al espejo del baño el cual era de cuerpo completo; me desnude frente a el y me miré llena de rabia enojada con el tiempo y conmigo misma vi mi piel flácida, mi rostro lleno de arrugas, las estrías en mi piel por haber dado vida a un par de hermosas niñas, miré la celulitis en mis muslos , vi mis senos y en un acto de desesperación me abalance sobre el quebrándolo en la caída, los cristales rotos se incrustaron en mi rostro, en mi vientre, pecho y piernas.
Pasaron aproximadamente 30 minutos antes de que la señora que hacía la limpieza en nuestra casa me descubriera.
Inmediatamente me llevaron al hospital, fui atendida y me sometieron a cirugías para tratar de reconstruir mi rostro y cuerpo, sin embargo por más esfuerzo que hicieron los doctores mi rostro y cuerpo había quedado deforme ,más aún de lo que estaba, después de semanas de recuperación regresé a casa estaban mis hijas y mi esposo el cual con una mirada melancólica me dijo que estaría conmigo siempre; yo no creí en lo que me decía puesto que antes le hacía el feo a mi cuerpo ahora seria peor, al mirarme nuevamente en el espejo vi los daños que me había provocado , la mitad de mi rostro estaba deforme ,había perdido un ojo, mi boca estaba llena de suturas, mi senos ya no estaban ya que habían sido cercenados con los vidrios, mis piernas tenían cicatrices y mi vientre tenía una abertura enorme.
Durante días medité en lo sucedido y aunque mi esposo estaba allí, le daba repulsión verme ya ni siquiera me miraba y ni un beso en la mejilla me daba, ahora le doy más asco que antes.
Una tarde cuando él y las niñas salieron a dar un paseo y a visitar a los abuelos con los cuales se quedarían, me dispuse a hacer lo impensable, lo que jamás habría hecho por haber crecido en un hogar católico y siendo temerosa de Dios estaba prohibido.
Me dispuse hacer un pacto con el demonio para recuperar mi belleza y mi juventud, recuperaría todo incluso el amor del hombre al que le había entregado todo y con esto le gustaría de nuevo, recuperaría su afecto y su pasión. La ropa me quedaría sería tan sexy como lo era antes.
Preparé todo un ritual el cual bajé de Internet y me dispuse hacerlo, aunque llena de dudas temí que no respondiera a mi llamado pero mi sorpresa fue tal al verlo parado delante de mí y responder a mi llamado. Pesé a esto; todo favor tiene un precio el me regresaría mi belleza a cambio de mi alma pero al no ser virgen el demonio residirá conmigo siempre, después de esto supongo que me desmayé porque no recuerdo nada más.
A la mañana siguiente me levanté apresurada y fui corriendo a mirarme al espejo y verme ..... vi mu rostro era el mismo que cuando tenía 27 años , mi cuerpo era delgado y firme, no tenía ninguna marca en mi piel .
Por fin mi esposo tendría a la mujer de la que se enamoró a la que conoció, sin embargo el demonio no me advirtió que tendria que comer carne humana. Esa mañana sentí un hambre que jamás había sentido comí sin embargo nada saciaba el hambre y esa tarde mi vecina decidió visitarme y ver cómo estaba al abrir la puerta me miró atónita y entre balbuceos me dijo que era imposible que tuviese la lozanía de una mujer de 27 años , yo no supe que responder solo la tome del cabello y la introduje a la casa para comenzar a devorarla. Cada bocado de su piel me daba fuerza , vida y me sentí en un frenesí inmenso. Esa misma noche mi esposo e hijas regresaron , vieron el cuerpo inerte y comido de mi vecina la cual era bastante bella, era una mujer escultural de la cual yo me había alimentado. Mi esposo comenzó a llamarme mejor dicho a gritarme y al aparecer frente a él le dije:
¿Te gusto ahora?, ¿ me besarias ahora? ¿ me harías el amor ahora? . Él solo me miró lleno de asombro y miedo y me preguntó que había pasado , solo le respondí que había hecho lo que el quería y que siempre tendría a la mujer que conoció.
Mis hijas me miraron y corrieron a abrazarme llenas de jubilo, yo las tomé y sin poder contenerme comencé a devorarlas mientras mi esposo trataba de detenerme incluso tomó el arma que teníamos para resguardo y me disparó en cinco ocasiones sin embargo yo ya no me detenía, no sentía dolor, solo sentía ese frenesí que me daba comer carne humana, cada gota de sangre era un orgasmo para mí.
Cuando por fin sacie mi apetito me dirigí a mi esposo y le pregunte: ¿ no era esto lo que querías? ¿No es esto lo que necesitabas? ¿no soy la mujer de la que te enamoraste? El me miró y se dirigió a nuestras hijas pero ya nada pudo hacer por ellas llamándome MONSTRUO. Posteriormente el llamó a la policía y me llevaron detenida para después encerrarme de por vida a un hospital psiquiátrico donde estoy desde hace 20 años, no he envejecido, sigo siendo una mujer de 27 años , jamás moriré, jamás envejeceré y siempre estaré hambrienta por toda la eternidad todo por ser la mujer de la cual mi esposo se había enamorado.....
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Cuento de terror : La mujer de la que mi esposo se enamoró
Hace un par de años conocí a mi actual pareja de la cual estoy perdidamente enamorada, sin embargo con el paso del tiempo he dejado de gustarle; al principio era muy sutil el cambio sin embargo un día me armé de valor y le cuestioné del porque ya no me tocaba, ya no me besaba y me respondió de la forma más hiriente que un hombre puede responderle a una mujer que lo ama, me dijo y cito:
- ¡¡¡Ya no tenemos sexo porque has subido de peso, ya no te beso porque la boca te apesta, ya no te toco porque apestas no gusta tener relaciones contigo cuando estás en tu periodo por qué me da asco, incluso que duermas a mi lado ya no eres la misma que conocí!!!
Aunque cuando yo le conocí tenía un cuerpo torneado y una piel firme hay algo en el camino de una mujer que no podemos controlar; aunque todos crean que las mujeres somos controladoras, hay algo que no podemos controlar y eso es el paso del tiempo. Cuando conocí a mi pareja tenía 27 años sin embargo al pasar del tiempo mi organismo no procesa los alimentos de la misma forma, no bajo de peso a la velocidad que lo hacía, y las arrugas en mi rostro se fueron formado con el paso de los años, aunque mi higiene es pulcra jamás logro agradarle.
Una tarde después de una nueva humillación de su parte y llena de frustración fui corriendo al espejo del baño el cual era de cuerpo completo; me desnude frente a el y me miré llena de rabia enojada con el tiempo y conmigo misma vi mi piel flácida, mi rostro lleno de arrugas, las estrías en mi piel por haber dado vida a un par de hermosas niñas, miré la celulitis en mis muslos , vi mis senos y en un acto de desesperación me abalance sobre el quebrándolo en la caída, los cristales rotos se incrustaron en mi rostro, en mi vientre, pecho y piernas.
Pasaron aproximadamente 30 minutos antes de que la señora que hacía la limpieza en nuestra casa me descubriera.
Inmediatamente me llevaron al hospital, fui atendida y me sometieron a cirugías para tratar de reconstruir mi rostro y cuerpo, sin embargo por más esfuerzo que hicieron los doctores mi rostro y cuerpo había quedado deforme ,más aún de lo que estaba, después de semanas de recuperación regresé a casa estaban mis hijas y mi esposo el cual con una mirada melancólica me dijo que estaría conmigo siempre; yo no creí en lo que me decía puesto que antes le hacía el feo a mi cuerpo ahora seria peor, al mirarme nuevamente en el espejo vi los daños que me había provocado , la mitad de mi rostro estaba deforme ,había perdido un ojo, mi boca estaba llena de suturas, mi senos ya no estaban ya que habían sido cercenados con los vidrios, mis piernas tenían cicatrices y mi vientre tenía una abertura enorme.
Durante días medité en lo sucedido y aunque mi esposo estaba allí, le daba repulsión verme ya ni siquiera me miraba y ni un beso en la mejilla me daba, ahora le doy más asco que antes.
Una tarde cuando él y las niñas salieron a dar un paseo y a visitar a los abuelos con los cuales se quedarían, me dispuse a hacer lo impensable, lo que jamás habría hecho por haber crecido en un hogar católico y siendo temerosa de Dios estaba prohibido.
Me dispuse hacer un pacto con el demonio para recuperar mi belleza y mi juventud, recuperaría todo incluso el amor del hombre al que le había entregado todo y con esto le gustaría de nuevo, recuperaría su afecto y su pasión. La ropa me quedaría sería tan sexy como lo era antes.
Preparé todo un ritual el cual bajé de Internet y me dispuse hacerlo, aunque llena de dudas temí que no respondiera a mi llamado pero mi sorpresa fue tal al verlo parado delante de mí y responder a mi llamado. Pesé a esto; todo favor tiene un precio el me regresaría mi belleza a cambio de mi alma pero al no ser virgen el demonio residirá conmigo siempre, después de esto supongo que me desmayé porque no recuerdo nada más.
A la mañana siguiente me levanté apresurada y fui corriendo a mirarme al espejo y verme ..... vi mu rostro era el mismo que cuando tenía 27 años , mi cuerpo era delgado y firme, no tenía ninguna marca en mi piel .
Por fin mi esposo tendría a la mujer de la que se enamoró a la que conoció, sin embargo el demonio no me advirtió que tendria que comer carne humana. Esa mañana sentí un hambre que jamás había sentido comí sin embargo nada saciaba el hambre y esa tarde mi vecina decidió visitarme y ver cómo estaba al abrir la puerta me miró atónita y entre balbuceos me dijo que era imposible que tuviese la lozanía de una mujer de 27 años , yo no supe que responder solo la tome del cabello y la introduje a la casa para comenzar a devorarla. Cada bocado de su piel me daba fuerza , vida y me sentí en un frenesí inmenso. Esa misma noche mi esposo e hijas regresaron , vieron el cuerpo inerte y comido de mi vecina la cual era bastante bella, era una mujer escultural de la cual yo me había alimentado. Mi esposo comenzó a llamarme mejor dicho a gritarme y al aparecer frente a él le dije:
¿Te gusto ahora?, ¿ me besarias ahora? ¿ me harías el amor ahora? . Él solo me miró lleno de asombro y miedo y me preguntó que había pasado , solo le respondí que había hecho lo que el quería y que siempre tendría a la mujer que conoció.
Mis hijas me miraron y corrieron a abrazarme llenas de jubilo, yo las tomé y sin poder contenerme comencé a devorarlas mientras mi esposo trataba de detenerme incluso tomó el arma que teníamos para resguardo y me disparó en cinco ocasiones sin embargo yo ya no me detenía, no sentía dolor, solo sentía ese frenesí que me daba comer carne humana, cada gota de sangre era un orgasmo para mí.
Cuando por fin sacie mi apetito me dirigí a mi esposo y le pregunte: ¿ no era esto lo que querías? ¿No es esto lo que necesitabas? ¿no soy la mujer de la que te enamoraste? El me miró y se dirigió a nuestras hijas pero ya nada pudo hacer por ellas llamándome MONSTRUO. Posteriormente el llamó a la policía y me llevaron detenida para después encerrarme de por vida a un hospital psiquiátrico donde estoy desde hace 20 años, no he envejecido, sigo siendo una mujer de 27 años , jamás moriré, jamás envejeceré y siempre estaré hambrienta por toda la eternidad todo por ser la mujer de la cual mi esposo se había enamorado.....