Una reflexión sobre responsabilidad que encontré en Facebook a raíz del incidente de los jóvenes que murieron jugando al gallito ciego y la comparto con ustedes.
"Es fácil llorar sobre la leche derramada. La madre de unos de los muertos de las picadas tiene siete hijos y le hacen colecta. Ahora todo el mundo es víctima. Todos. El que vive en la calle, el transexual, la madre con tres hijos, que espera el cuarto hijo, pero no toma pastillas que son gratis. Todos son víctimas, las mujeres que luchan por el feminismo, aplicando la violencia contra el hombre y estando a favor del aborto.
Todos fuimos víctimas en algún momento de la vida pero la cuestión cambia cuando la actitud que tomas va a manejar ese momento. A los que laburando 8 horas y más, nadie nos da beneficios ni canasta, ni asignación, la cual hace años me dejaron de pagar porque cobro un "suculento" sueldo en un país donde la gente se mete en un asentamiento que roba luz y agua y tienen Direc tv. Todo eso pagado por los que hacemos 8 horas durante 40 años, para jubilarse y morirte a los meses.
No me vengan a decir que la madre, el padre de los muertos no tienen responsabilidad. Sí, sí, la tienen. Lo que falla hoy día, es la casa, las madres que piensan que los hombres son como electrodomésticos plan recambio sino sirve, y los hijos ven que eso es normal. Crecen y lo llevan a cabo. Lo que falla son los hombres que se separan de sus mujeres y se separan de las obligaciones de padre. Qué piensan que con unos pesos los hijos reciben en cada billete, educación, valores y todo lo que atañe a la adolescencia, que cuando van creciendo en vez de enseñarles a utilizar un preservativo o saber cómo llevar una vida ordenada, solo les enseñan a mirar culos y tetas en la calle. Falla la mujer cuando usa a sus hijos de rehenes cuando queda sola. Falla la mesa sin hablar a la hora del almuerzo, falla el silencio cuando los hijos hacen preguntas y estamos ocupados en el celular o viendo la última serie de Netflix. Falla el ejemplo, falla la honestidad, falla la exigencia y las palmadas bien pegadas a niños de 5 años que piensan que se llevan el mundo por delante. Falla todo, porque nosotros como padres fallamos. Falla la sociedad qué opina sobre padres que luchan para sacar hijos adelante por más duros que sean.
Esas muertes son responsabilidad de ellos mismos y de todo su entorno, la madre, el padre, todo su círculo. Nadie termina mal porque sí. Murieron víctimas de la ignorancia, de la falta de escrúpulos, de la ironía con la que encaran la vida. Y todo eso se aprende en el hogar. Nadie está a Salvo de que le pueda ocurrir a un familiar. Pero todos tenemos la posibilidad de criar seres humanos sanos, que practiquen la empatía, que acaten las reglas las que se hicieron para cumplirse, todos tenemos la simple tarea de llevar a cabo una crianza que no es tan difícil. Mentira que es difícil. Si pones un tutor en un árbol desde pequeño, mentira que se tuerce.
No soy tan vieja, pero tampoco tan joven y veo como el Uruguay se llena de excusas y de pelotudeces a la hora de las obligaciones como adultos. Tristeza me da por los hijos venideros..."
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"Es fácil llorar sobre la leche derramada. La madre de unos de los muertos de las picadas tiene siete hijos y le hacen colecta. Ahora todo el mundo es víctima. Todos. El que vive en la calle, el transexual, la madre con tres hijos, que espera el cuarto hijo, pero no toma pastillas que son gratis. Todos son víctimas, las mujeres que luchan por el feminismo, aplicando la violencia contra el hombre y estando a favor del aborto.
Todos fuimos víctimas en algún momento de la vida pero la cuestión cambia cuando la actitud que tomas va a manejar ese momento. A los que laburando 8 horas y más, nadie nos da beneficios ni canasta, ni asignación, la cual hace años me dejaron de pagar porque cobro un "suculento" sueldo en un país donde la gente se mete en un asentamiento que roba luz y agua y tienen Direc tv. Todo eso pagado por los que hacemos 8 horas durante 40 años, para jubilarse y morirte a los meses.
No me vengan a decir que la madre, el padre de los muertos no tienen responsabilidad. Sí, sí, la tienen. Lo que falla hoy día, es la casa, las madres que piensan que los hombres son como electrodomésticos plan recambio sino sirve, y los hijos ven que eso es normal. Crecen y lo llevan a cabo. Lo que falla son los hombres que se separan de sus mujeres y se separan de las obligaciones de padre. Qué piensan que con unos pesos los hijos reciben en cada billete, educación, valores y todo lo que atañe a la adolescencia, que cuando van creciendo en vez de enseñarles a utilizar un preservativo o saber cómo llevar una vida ordenada, solo les enseñan a mirar culos y tetas en la calle. Falla la mujer cuando usa a sus hijos de rehenes cuando queda sola. Falla la mesa sin hablar a la hora del almuerzo, falla el silencio cuando los hijos hacen preguntas y estamos ocupados en el celular o viendo la última serie de Netflix. Falla el ejemplo, falla la honestidad, falla la exigencia y las palmadas bien pegadas a niños de 5 años que piensan que se llevan el mundo por delante. Falla todo, porque nosotros como padres fallamos. Falla la sociedad qué opina sobre padres que luchan para sacar hijos adelante por más duros que sean.
Esas muertes son responsabilidad de ellos mismos y de todo su entorno, la madre, el padre, todo su círculo. Nadie termina mal porque sí. Murieron víctimas de la ignorancia, de la falta de escrúpulos, de la ironía con la que encaran la vida. Y todo eso se aprende en el hogar. Nadie está a Salvo de que le pueda ocurrir a un familiar. Pero todos tenemos la posibilidad de criar seres humanos sanos, que practiquen la empatía, que acaten las reglas las que se hicieron para cumplirse, todos tenemos la simple tarea de llevar a cabo una crianza que no es tan difícil. Mentira que es difícil. Si pones un tutor en un árbol desde pequeño, mentira que se tuerce.
No soy tan vieja, pero tampoco tan joven y veo como el Uruguay se llena de excusas y de pelotudeces a la hora de las obligaciones como adultos. Tristeza me da por los hijos venideros..."