En el marco del 8M, Día Internacional de la Mujer, queremos rescatar la historia de Mary Ingalls, una figura literaria poco reconocida pero fundamental en el universo de La Pequeña Casa en la Pradera. Su vida, marcada por la adversidad y la resiliencia, es un testimonio de cómo las mujeres han sorteado obstáculos con dignidad y determinación.
Una infancia llena de luz (y libros)
Mary Amelia Ingalls nació el 10 de enero de 1865 en Wisconsin, en el seno de una familia pionera. Desde pequeña, destacó por su inteligencia aguda y su amor por la lectura, cualidades que la convirtieron en un pilar para sus hermanas, especialmente para Laura, quien más tarde la inmortalizaría en sus libros.
Pero en 1879, una enfermedad cambió su vida para siempre: la fiebre la dejó ciega a los 14 años. En una época donde las oportunidades para las mujeres —y más aún para una mujer con discapacidad— eran escasas, Mary no se rindió.
Educación y autonomía: Un acto de rebeldía
En 1881, Mary ingresó al Colegio para Ciegos de Iowa, donde estudió durante siete años. Allí no solo aprendió literatura y ciencias, sino también oficios como la fabricación de escobas, demostrando que su discapacidad no la definiría.
Aunque la sociedad esperaba que una mujer ciega dependiera de su familia, Mary eligió la independencia. Nunca se casó, dedicándose a la música, la costura y la lectura, siempre acompañada por el apoyo inquebrantable de sus hermanas.
El legado literario de Mary Ingalls
Aunque nunca escribió un libro, su vida inspiró las páginas más conmovedoras de La Pequeña Casa en la Pradera. Laura, su hermana menor, retrató su fortaleza y su relación fraternal con una ternura que ha emocionado a generaciones.
Mary falleció en 1928, pero su historia sigue viva. En un mundo que solía (y suele) invisibilizar a las mujeres con discapacidad, ella demostró que la adversidad no apaga el intelecto ni el espíritu.
¿Por qué recordar a Mary Ingalls en el 8M?
Porque su vida es un recordatorio de que detrás de muchas grandes autoras, hubo mujeres silenciadas que las inspiraron. Porque su lucha por educarse y vivir con autonomía refleja las batallas que muchas mujeres siguen librando hoy.
En este Día Internacional de la Mujer, celebremos no solo a las escritoras, sino también a aquellas que, como Mary, transformaron el dolor en resistencia y dejaron su huella en la literatura desde las sombras.
¿Conocías la historia real de Mary Ingalls? ¡Déjanos tu opinión en los comentarios!
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