Aprendan a ser más sutiles, el orgasmo de una mujer inicia por el oído, con un: “Buenos días amor”, “¿Cómo te sientes?” o ese famoso “Háblame al llegar a casa” de
preocupación. Existen placeres que no solo se causan tocando o siendo rudos, algunos quieren ser rudos y únicamente lastiman el cuerpo sin causar orgasmo alguno.
Otros piensan que el tamaño es lo más importante, pero, aunque la tengas enorme debes saber cómo tratar a una mujer y saberla usar que es lo primordial. La base de una relación no es el sexo, es fundamental pero no es la base, existe el trato y la ternura de un amor protector, los besos inesperados y las miradas de verano, de esas que queman cualquier momento frío.
Si quieres entender el orgasmo de una mujer, se ese que ella anhela, esa caricia en su cuello, porque para tener sexo existen miles mejores, pero con el trato, la sutileza, la poesía entre miradas son las que te diferenciarán del resto, una mujer se enamora del trato y el respeto, de los detalles, de la magia de la presencia que se crea cuando das lo mejor de ti.
En la cama habrán miles para el rato, incluso mejores que tú, aunque eso te haga sentir impotente, así es, pero la mujer se quedará donde la hagan sentir querida, amada, respetada.
Distinta y no como un juego más.
Existen orgasmos en una sonrisa, en un beso y luego tomar café, la carne la puede poner cualquiera, pero el sentir del alma no cualquiera lo provoca o lo merece.
Existen orgasmos en un “te quiero”, en tomarse
de la mano, la vida en sí es un orgasmo, mientras más la vives, más la disfrutas.
Cómo causar orgasmos en una mujer
El orgasmo de una mujer
no se obtiene cuando le quitas la ropa,
o cuando tocas su cuerpo.
El orgasmo de una mujer comienza
cuando le mandas un mensaje,
cuando eres su primera sonrisa del día.
Comienza cuando la ves,
y en vez de hablar sobre ti y tu día,
la escuchas, atiendes sus problemas,
sostienes su mano,
la miras a los ojos en lugar de quedarte en el celular.
El orgasmo de una mujer no comienza sin ropa,
ni en la habitación de un motel,
comienza en las pequeñas cosas,
cuando la etiquetas en una frase,
en aquella broma que hiciste cuando lo único
que quería ella era llorar.
El orgasmo, depende del estado de ánimo,
puedes cogértela, “hacerle el amor”,
follártela, o como le quieras decir,
pero al final solo tú tendrás satisfacción,
la intimidad va más allá de la simple penetración,
es jugar con su cuerpo y su alma,
es tocarse por dentro y por fuera,
es saber que están en libertad
aun estando encerrados en cuatro paredes. ¡El orgasmo no es habilidad física,
es sensibilidad emocional!
No es sostener el cabello,
y hacer que se sienta protegida,
no es apagar las luces y que se sienta insegura,
es tomar su alma
y sacarla a bailar.
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