Relato de terror : En las penumbras de la noche
Todo era tan normal como siempre y Andrés, el profesor de literatura de la primaria, había encargado a los niños de tercer grado unos poemas para la próxima clase, poemas de todo tipo, y tal vez este fue su gran error desde un principio ya que hay todo tipo de poemas en este mundo.
El día lunes comenzó aburridamente, como todo inicio de semana, la diversión comenzó hasta el recreo, tiempo esperado por todos los niños pues es donde tienen tiempo para comer, para reír y jugar con compañeros y amigos. Ricardo, Ana y Esteban jugaban a las escondidas y observaron que Iván, su otro amigo estaba muy extrañado por algo que tenía en la mochila fijando unos ojos muy grandes como escondiendo algo, a lo que Ricardo le preguntó:-Iván ¿Qué tienes?, ¿Quieres jugar con nosotros?-, e Iván le respondió:- ¡¡Olvidé mi poema!! Tal vez se me cayó.
¿Quieres que te ayudemos a buscarlo?-, preguntando Ana. -No, mejor no, yo lo buscaré, ustedes jueguen, debe estar por aquí.
Así, se acabo la hora del recreo y tenían que volver al salón de clase, Ricardo, Ana y Esteban entraron y observaron que a lo lejos se encontraba su amigo caminando muy feliz, a lo que Estaban le preguntó:-¿Encontraste tu poema?-. -No, pero he encontrado otro tirado en el jardín de atrás- respondió Iván, -¡¡Excelente noticia!!- dijo Ana, -De prisa Iván o te quedarás afuera del salón-; -¡¡Ya voy!!-, dijo Iván caminando un poco más rápido.
Al entrar todos los compañeros de la clase el profesor les pidió a los alumnos que juntaran sus poemas por equipos de 5 y elegirían cual poema lo dirían en voz alta. Iván un poco extrañado preguntó a sus compañeros si entendían lo que quería decir ese poema tan raro que encontró tirado en el jardín, algunos de ellos se reían, otros se asustaban, a lo que el profesor Andrés les dijo:-Muy bien, terminó el tiempo de organizarse el equipo 1 pase al frente y digan en voz alta el poema que eligieron, y así lo hicieron equipos por equipos, el equipo de Iván escogió su poema por la extrañeza que tenía desde el título, pues no era muy común, todos los poemas de sus demás compañeros tenían nombres hermosos pero el de Iván era raro, el poema se titulaba: “En las penumbras de la noche”
Había llegado el momento de decir en voz alta el poema del equipo 5 en este se encontraba Iván, pero no estaban seguros de dejar ese poema o cambiarlo por otro, al final decidieron dejarlo y comenzaron a recitarlo, lo que todos escucharían en esos pocos minutos los dejaría petrificados y sin habla:
“En las penumbras de la noche”
En las penumbras de la noche nos escondemos,
Tú no nos verás, pero nosotros si te vemos,
En la oscuridad nos encanta vivir, pero también en el día podemos existir,
Nos encanta cuando sientes miedo en la noche,
Ir solo al baño, o conducir solo en el coche,
-Esperen un momento muchachos ¿Qué clase de poema es ese?- preguntó el profesor
-Es que así va el poema profesor- le respondieron los niños
-Vaya, de acuerdo sigan trataré de no interrumpirlos de nuevo-
Y los niños continuaron:
Cuando te escondes en las sábanas, nosotros no escondemos contigo,
Y si intentas ocultarte de nosotros, las pesadillas que sueñes serán tu castigo,
Nos encanta tu miedo cuando se va la luz, cuando estas solo en casa,
Pero sobre todo cuando jalamos tus pies acostado en tu cama,
Y tú solo intentas relajarte imaginando que alguien te abraza,
No te esmeres en orar, persignarte o predicar,
No funciona, nos hace reír solo verte fracasar,
Tu ángel no te cuida, nadie te mirará si no quieres,
Solo finge que no te vimos,
Nuestro mejor truco es que creas que no existimos,
¡¡¡Muchachos!!!- dijo el profesor molesto -¿No se dan cuenta que asustan a sus compañeros?, -lo sentimos- ,dijeron los niños, – pero así dice el poema, – de acuerdo dejare que terminen el poema ahora sí pero por favor no estén diciendo mentiras, -no profesor- dijeron los niños, así pues continuaron con el poema:
Poco es el miedo por bichos o una araña,
Al miedo que causamos quedarás paralizado,
Créenos tu mente siempre te engaña,
Tal vez eres valiente o muy cobarde, pero no estarás a salvo,
Nuca esperes a que los demás escuchen algo,
Pero no estarás solo, no te estoy mintiendo,
Tan seguro es esto que ahora mismo te están viendo,
Tal vez estés nervioso, aburrido o asustado
Pero no lo evitaras, ahora ya están a tu lado
No te detengas ahora no importa que estés asustado,
Nosotros no nos detendremos, más vale estés interesado,
Si el perro ladra no lo calles, le grites o golpees,
Te estará advirtiendo algo, yo sé que no me crees,
Si te encuentras trabajando, en la escuela o en el coche,
Cuando oscurezca ten cuidado,
Yo te cuidaré en las penumbras de la noche.
El silencio en todo el salón de clase era increíble, los niños no sabían que decir, no se escuchaba ni una sola risa ni un solo susurro y fue en ese momento cuando el profesor le preguntó a Iván lo siguiente: -Iván, ¿Me podrías decir de quién es ese poema?-, a lo que Iván le dijo que no lo sabía pues el poema no tenía autor; el profesor entonces se molestó mucho porque creyó que era una broma de Iván hacia todos sus compañeros, le quitó el horroroso poema y lo castigó por el resto de la clase y le dijo que cuando sus padres vinieran por él, quería que hablaran con el profesor a cerca de lo sucedido.
Y así pasó cuando Pedro y Sonia llegaron por Iván hablaron con el profesor Andrés a cerca de lo sucedido y aunque quiso explicar las cosas no pudo evitar los regaños de sus padres, ni mucho menos el castigo.
Acabado el día lunes 4 de Mayo de 2008 el profesor llegó a su casa con un fuerte dolor de cabeza, mientras en la casa de los compañeros de Iván, también padecían fuertes dolores de cabeza, todos excepto Iván, pero ¿A qué se debió semejante cosa?, no lo sabrían hasta el viernes 8 de Mayo de 2008 cuando las cosas estuvieran peores.
En la madrugada del día martes Andrés se levanto con muchas nauseas, revisó el reloj, eran las 3:30 am pero aun permanecía despierto, somnoliento, mareado y con aquellos dolores que no cesaban tuvo que ir al doctor de emergencia…
Los dolores empeoraron y Andrés comenzó a convulsionar, los doctores estaban horrorizados por ver que aquel vomito que emanaba de la boca de Andrés no era más que lodo, un lodo negro, como si fuera aceite podrido y en el nadaban asquerosos bichos como lombrices y cucarachas; además sus ojos se extraviaban hacia arriba como si entrara de pronto en una especie de hipnosis y comenzó a hacer chirridos con su voz, sonidos como el ruido que hacen las ratas al chillar. Los doctores no podían creer lo que estaban viendo, muchos salieron corriendo de la habitación donde se encontraba aquel profesor que nunca imaginó que un poema podría ser la evidencia de algo más macabro que estaba por manifestarse en su cuerpo en pocos días y que no solo provocaría cambios físicamente, sino también espiritualmente, Andrés no sería el único que padecería estos síntomas, también sus alumnos, todo aquel que haya escuchado aquella invocación infernal estaría perdido, pues de en las penumbras de la noche algo abrió paso a este mundo y era seguro que no regresaría a la oscuridad jamás.
A la mañana siguiente cuando Iván llegó a la escuela se encontró con una asombrosa noticia, ningún miembro de su salón de clase había llegado ese día, ni siquiera el profesor Andrés, ¿a qué se debía?, bueno pues, por así decirlo, estaban enfermos pero, ¿de qué? No lo sabían, ¿ qué cosa escondía el famoso poema?, ¿Por qué precisamente fue Iván el que se encontró el dicho poema y no otra persona? Esas fueron preguntas que se hizo así mismo.
Cuando Iván llegó a su casa, la familia de Ana, la compañera de Iván, llamó por teléfono para decir que Ana estaba muy enferma y querían saber si Iván había ido a la escuela para que le dijera que habían dejado de tarea. A lo que Pedro afirmó, pero les mencionó que nadie de su salón de clase había ido.
Los padres de Iván llevaron a ver a Ana que se encontraba en su casa descansando, al llegar Mónica y Ángel, los padres de Ana le dieron la bienvenida a su casa como si fuera la primera vez, – Buenos días Iván, nos da gusto que vengas a visitar a Ana, ella enfermó de pronto pero no sabemos que le pasó, ¿Tú sabes si comió algo que le haya hecho daño, o alguien de tus compañeros la contagió de alguna enfermedad?-.
– No, nadie estaba enfermo hasta ayer, pero cuando llegué hoy a la escuela nadie de mi salón llegó a clase, por lo que la directora me dijo que me retirara, mis padres me llevaron al doctor antes de venir aquí pero no encontraron nada raro, por lo que yo no les contagié de ninguna enfermedad- Mónica y Ángel no sabían qué decir por lo que solamente le dijeron donde estaba su hija para que Iván la visitara, mientras él iba al cuarto de Ana los padres de Iván platicaban con los de Ana de cosas relacionadas al extraño misterio que ocurrió.
Al entrar Iván en su habitación observó que Ana estaba muy pálida y sus ojos estaban medio abiertos, sus manos un poco arrugadas y cuando respiraba parecían los ronroneos de un gato.
Iván le preguntaba que porque había enfermado, pero ella le dijo que no sabía, pero que tal vez se debió a su poema, aquel que había encontrado tirado en el jardín de la escuela, Ana le dijo que había escuchado que todos los niños del salón habían enfermado, menos él, a lo que Iván se asustó y le dijo a Ana que haría todo lo posible por que mejorara, pues Ana era la niña que había robado su atención desde el primer grado de primaria. Dicho esto Iván se despidió de Ana dándole un beso en la frente, salió de su recámara y se despidió de sus padres.
En camino a casa en auto, los padres de Iván le preguntaban cosas a cerca de porqué habían enfermado los demás excepto el, dando mal a entender de que él había provocado que los demás enfermaran, el niño les decía una y otra vez lo que sabía pues no se explica porque pasó lo que pasó, fue entonces cuando Iván le dijo a sus padres que había encontrado un poema tirado en el jardín de la escuela y que lo leyeron y que después de haberlo leído todos se quedaron sin habla incluso el profesor, los padres de Iván no le creyeron. Fue una lástima para Iván, pues aquellos, aquellos que en las penumbras de la noche habitaban comenzarían a manifestarse con el paso de los días.
Hasta la fecha ninguno de sus compañeros había mejorado, más bien empeoraron, y en las noticias de las diez de la noche se mencionaba que un hombre llamado Andrés Rivas había fallecido de un ataque al corazón, y que cinco niños que iban en el salón de Iván también murieron de la misma manera. Los padres de Iván al darse cuenta de esto llamaron a su hijo a la sala de su casa y le preguntaban qué era lo que había encontrado ese día, Iván subiendo los hombros no dijo ni una sola palabra, solo agachaba la mirada, Pedro le volvió a preguntar, Iván le dijo que ese poema lo había hallado tirado en el jardín, Sonia le sugirió a Pedro que investigaran con alguien lo que ese tal poema decía, pero Iván no estaba muy convencido de tal cosa, pues el poema se lo había quedado su profesor y este ya había muerto.
En ese momento una llamada por teléfono interrumpió la plática de Iván y sus padres diciendo que Ana su compañera de clase había enfermado aún más y que estaba hospitalizada en urgencias. Iván y sus padres se apresuraron al hospital, mientras Pedro, su padre llamaba a la policía por si habían encontrado ese tal poema que su hijo llevó ese día a la escuela, ya que Pedro tenía un hermano llamado Héctor que era policía o algo así pero se encargaba de investigar cosas que ayudaran a la policía a encontrar evidencias de algo para arrestar criminales o cosas así.
Los policías entraron a la casa del profesor Andrés y encontraron una hoja tirada en el suelo con varias manchas de sangre que decía un raro título: “En las penumbras de la noche”, Pedro les dijo que no lo leyeran por lo que más quisieran, pero uno que otro policía estúpido lo leyó creyendo que se trataba de una broma. La llamada se había cortado, una fuerte estática bloqueo la llamada, cortándola en un instante, por lo que las respuestas que buscaban tuvieron que esperar, ya que aquellos policías idiotas murieron dos horas después de haber encontrado semejante hallazgo.
Al llegar al hospital Mónica y Ángel los estaban esperando, pero ya fue tarde cuando llegaron, Ana había muerto.
Iván lloraba desconsolado pues no pudo hacer nada para evitar que su amiga que veía con ojos del primer amor infantil ya no estaba entre ellos. Se realizó el funeral, y los padres de Iván los acompañaron junto con su hijo, pero aún el misterio de ese poema no se había descubierto y los compañeros de Iván seguían muriendo uno por uno en una espantosa agonía.
Entonces fue cuando la pesadilla se agrandó a un grado de ser insoportable.
Miércoles 6 de Mayo de 2008
Esa noche como a las tres de la madrugada Iván escuchó unos ruidos raros en su ventana las ramas del árbol rascaban el vidrio como si tuvieran vida propia y lo hicieran para intimidar a Iván, de pronto las sábanas de aquel niño asustado comenzaron a deslizarse hacia abajo como si estuviesen siendo tiradas por alguien debajo de la cama, Iván se asustó tanto, preguntando quien era, pero de respuesta solo recibió un extraño silencio, Iván trató de dormir nuevamente.
Cuando Iván ya se estaba quedando dormido escuchó un fuerte: ¡¡¡¡Iván!!!!! ÉL se levantó con un gran salto, miró hacia toda su habitación, pero no había nadie, un viento tenebroso soplaba sin cesar, los arboles se movían al ritmo del viento como si estuviesen bailando esa danza macabra, Iván caminó despacio a la puerta, la abrió suavemente y se dirigió a la recámara de sus padres, y ahí estaban profundamente dormidos pero escuchaba ruidos debajo de la cama, a lo que él sin hacer ruido para no despertar a sus padres. Iván se agacho lentamente y mientras lo hacía un escalofrío recorrió la planta de sus pies, subiendo hasta sus rodillas y terminando en sus hombros, al mirar bajo la cama, no observó nada extraño, de pronto sintió que alguien estaba a su espalda, el cerró los ojos apretándolos haciéndose creer que era solo su imaginación y fue en ese momento cuando recordó las palabras que mencionaba el poema responsable de la muerte de muchas personas. Iván se abrazó a sí mismo, pues el frío que sentía era demasiado, en ese momento, escuchó que la cama rechinaba, a lo que él se retiro lentamente para que sus padres no supieran que se encontraba ahí, fue en ese momento cuando sintió los pies helados de alguien, era una presencia un poco borrosa pero aterradora de una niña con los ojos profundamente negros y una mueca espantosa, en ese momento Iván se dio cuenta de que se trataba de su amiga Ana.
Se asustó tanto pero hizo lo posible por no gritar, se levantó y corrió a su recámara para hacer lo típico que hace un niño asustado y pocas veces también la gente adulta, ocultarse en las sábanas.
Así lo hizo y mientras se quedaba allí escuchaba los pasos de una persona acercándose lentamente hacia su habitación, Iván se moría del miedo y por un momento sintió que mojaría la cama.
Poco después Iván fue descubriéndose la cara lentamente para ver que había pasado, pues ya no se escuchaban aquellos pasos. Convencido, se levantó lentamente de la cama y cuando estaba por dar el primer paso la puerta de su habitación se cerró lentamente haciendo un ruido horrendo, nuevamente el nerviosismo se hizo presente, pero esta vez algo le impidió ocultarse en las sábanas, una mano despellejada salió debajo de la cama tomando su pie izquierdo, Iván se empujaba hacia atrás intentando de alguna manera soltarse de aquello que lo sostenía. De alguna manera logró soltarse y en ese momento una cara salió de entre las sabanas con una mueca espantosa avisándole:-¡¡No debiste quedarte dormido!!-. Iván se asustó tanto que no pudo evitar gritar del horror.
En ese momento los padres de Iván entraron a su habitación y encontraron a su hijo con los ojos cerrados retorciéndose y gritando de miedo, al parecer Iván estaba teniendo una pesadilla.
Cuando lograron despertarlo aquel chiquillo lloraba sin parar y pedía ayuda a sus padres, pues aquella cosa que vió se veía tan real que por un momento eso lo creyó. Pedro y Sonia tomaron al niño y subieron al auto, en camino al hospital, una llamada por celular le informó a Pedro que su hermano estaba muerto, lo habían encontrado en un poste a las afueras de la casa del profesor de Iván, la forma en que lo encontraron fue horrible.
Pedro bajó el teléfono lentamente, y Sonia le preguntó: -¿Qué pasó? Y Pedro le respondió con voz temblorosa: -Mi hermano, mi… mi… hermano…es…está… muerto-.
Iván sostuvo la mano de su padre mientras la oscura noche gobernaba las calles y una niebla espesa las cubría con un silencio. No se escuchaba ni un solo perro ladrar ni el chirrido de los grillos ni un solo sonido del viento, solamente oscuridad.
Confundido y adolorido por la noticia Iván y sus padres doblaron la esquina hacia una iglesia que se encontraba frente a una librería para saber si ellos podían darles información a cerca de dicho poema.
Al llegar, Pedro bajó del auto y se dirigió a la puerta de la iglesia, Iván estaba muy nervioso y Sonia trataba de calmarlo.
-Disculpe padre que lo moleste a estas horas de la noche pero hay algo que tiene que saber- dijo Pedro
-¿De qué se trata?- pregunto el padre Martin, -De algo sobrenatural que ha estado pasando estos últimos días- le respondió Pedro.
-Será mejor que entren a la iglesia y de esa manera me cuentas con más calma lo que está pasando- le recomendó el padre Martín.
Así pues entraron a la iglesia y fue en ese momento cuando Pedro le comentó todo lo que había ocurrido desde aquel lunes 4 de Mayo, desde que su hijo Iván encontró un poema que al parecer era el responsable de los eventos paranormales, el padre un poco curioso pregunto de que poema se trataba, Iván le dijo que el nombre de tal era “en las penumbras de la noche”, el padre Martín se paralizó y sus manos temblaban, Sonia le preguntó que ocurría con ese dicho poema y el padre Martín pregunto si este estaba en las manos de Iván pero él le dijo que no, que su profesor se lo había quedado, el padre Martin les dijo que tenían que encontrarlo y dejarlo en el sitio donde lo habían visto por primera vez, pues ese no era solo un poema, era la invocación al ejercito de un poderoso demonio llamado “Legión”, las escrituras dichas en esta invocación se narraban en forma de poema porque simulaba una burla al oprimido dañándole cuerpo y alma al leerlo provocándole una desesperación y desesperanza alguna porque aquel que lo leyera sería testigo de la muerte de las personas más apegadas a él y sería atormentado por ellas por toda la eternidad.
Jueves 7 de Mayo de 2008
La búsqueda desesperada por encontrar aquella infernal invocación no daba fin, aquel poema no se encontraba por ningún lado y el tiempo era poco pues si no lo encontraban, el tormento de Iván sería peor y lo perseguiría por toda su vida y después de ella por toda su infinita muerte condenado a ser parte de una prisión obscura atormentado por todas esas almas.
Viernes 8 de Mayo de 2008 (9:30 pm)
Un pordiosero había encontrado una extraña hoja de papel arrugada en la calle con manchas rojas, el hombre ya viejo no se dio cuenta del gran hallazgo que había encontrado y así puso en peligro su vida, al caminar por la calle con tal hoja de papel, un camión lo arrolló aplastándole la cabeza, un brazo y una pierna.
La familia de Iván se encontraba sentada en la sala de su casa viendo la televisión cuando su programa se interrumpió por las noticias de último minuto, en estas noticias se mencionaba a un hombre de 60 años de edad más o menos que fue arrollado por un camión, no se sabía su nombre, lo único que encontraron fue una hoja de papel sostenida con fuerza en su mano, a los padres de Iván se les hizo raro la forma en que se mencionó la descripción de lo que contenía la hoja y dedujeron que se trataba del poema.
Pedro llamó a la policía para saber si aún contaban con aquella hoja de papel y el jefe de policía le dijo que si pues podía ser una evidencia.
Tras varios minutos de hablar con el jefe de policía Pedro lo convenció de que le permitiera tal evidencia. Mientras el padre de Iván fue a la comandancia, Sonia llevó a su hijo a la iglesia y ahí se encontrarían con el sacerdote. Teniendo todo en su mano Pedro, Sonia, Iván y el sacerdote se dirigían al lugar donde Iván había encontrado el poema, pero un fuerte choqué evitó llegar a su destino.
Levantándose lentamente salieron del auto y corrieron a la primaria donde estudiaba Iván, los perros ladraban y aullaban sin cesar, Iván se acordó de lo que decía el poema, “los perros tratan de advertir algo”.
Pedro saltó la rejilla de la escuela e intentó de alguna manera abrir la puerta para que el sacerdote pudiera entrar. Una vez hecha tal hazaña todos se dirigieron al jardín y mientras se acercaban al lugar escuchaban murmullos de varias personas, Iván agarrado de la mano de su madre se acercaron al lugar junto con Pedro y el sacerdote.
-Ahora el que haya encontrado el poema por primera vez debe de dejarlo en el lugar exacto donde lo vió- dijo el padre Martín.
Iván se enfrentaría a uno de los momentos más tensos de su corta vida, al acercarse al lugar, observó que el suelo que pisaba se hacía flojo como lodo, el padre Martin comenzaba a orar y fue en ese momento cuando del suelo un estruendo interrumpió sus oraciones, bajo el jardín se revelaron varios esqueletos de personas que se acercaban extendiendo la mano pero junto con ellas las almas de aquellos fallecidos por el poema revelaron al demonio causante de las desgracias alrededor de setecientas almas junto a él.
Iván se asustó demasiado y temblaba al caminar, el padre Martín estaba impactado al ver semejante escena que su corazón no pudo más y se desplomó cayendo muerto al instante.
Pedro y Sonia comenzaron a sentirse un poco mal y comenzaron a perder el equilibrio, en eso de esas setecientas almas mencionaban en coro: No estarás a salvo, no estarás a salvo, permanecerás con nosotros, Sonia corrió y sujeto a su hijo, aquellas almas estaban furiosas y los perseguían, Pedro, Sonia e Iván se ocultaron en diferentes salones, Pedro en un salón de la planta baja, Sonia en un salón del segundo piso e Iván se ocultó en su salón, aterrorizado se quedó oculto sentado debajo del escritorio donde alguna vez su profesor le impartía clases, en ese momento lloraba sin cesar de terror y se lamentaba haber tomado aquel poema, de pronto escuchó que su madre gritó y a lo lejos observó a su padre acercándose al salón donde estaba su madre, de pronto escucho que ambos gritaban, fue entonces cuando el corrió al salón y observó una horrible imagen de sus padres que nunca olvidaría.
Iván no podía creer lo que veía, las cabezas de su padre y padre estaban en un mesa banco y aún podía ver que su cuerpo aún escupía grandes chorros de sangre por doquier que incluso salpicaron sus pies.
A lo lejos observó a un hombre parado dándole la espalda a Iván y de pronto le dijo:-¡¡Excelente Iván te felicito, es el mejor poema del mundo!! Y fue entonces cuando Iván le dijo: -Profesor Andrés creí que había muerto, lo habían dicho en las noticias, en ese momento observó que una niña se ponía a su lado y también lo felicitaba, el no tardó en descubrir que se trataba de su amiga Ana, al fondo también estaban Ricardo y Esteban, sus otros dos amigos, todos los felicitaban, entonces el comenzó a tranquilizarse un poco, en ese momento vio que todos sus compañeros de clase estaban sentados en sus lugares como si no hubiese pasado nada. De pronto el profesor le dijo:-Ha, por cierto iban se me olvidaba algo- , -¿Qué profesor? – le preguntó Iván, En seguida el profesor le dijo:-Todos queremos desearte que tengas muy buenas noches-.
En ese momento el profesor se dio la vuelta dando a conocer su aterrador aspecto, Iván no dio ni dos pasos y se desvaneció, mientras él estaba tirado, el espectral rostro de Ana sonreía, pues sabía que el fin de Iván había llegado....
Nunca en la vida se supo lo que realmente pasó aquella semana de Mayo, pero… tú ahora lo sabes…y ahora que lo sabes entiendes que el terror existe y que no debes de adentrarte en cosas que no conoces….pues pueden haber graves consecuencias solo por sentirte orgulloso contigo mismo de investigar lo que otros prefieren dejarlo como un misterio…ten cuidado…créeme…es un consejo de aquellos que residimos….En las penumbras de la noche…
Autor: Desconocido
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