La verdadera historia de "La huérfana"
Klara Mauerova nació en el año 1975, en la República Checa, o conocida antiguamente como Checoslovaquia. Desde bien pequeña vivió obsesionada con todo lo relacionado con Dios y la religión católica, llegando a creer que ella había sido seleccionada para realizar importantes misiones en la Tierra.
Su hermana menor llamada Katerina, también tenía una forma de actuar parecida a ella, y unos gustos muy semejantes, llegando también a creer que era un ser especial con una importante misión a realizar en el mundo.
Desde bien pequeñas pues, su interés por lo místico era prácticamente una patología mental...
Sin embargo y cuando parecía que todo era normal en la vida de una de nuestras protagonistas de hoy en la web, todo se torció, y comenzó a maltratar a su marido y padre de sus hijos, el cual acabó abandonándola, harto de sus excentricidades.
Como suele pasar en estos casos y cuando ya estaban divorciados, ella se quedó con la custodia de sus dos hijos.
Los niños fueron creciendo en un buen ambiente, donde Klara se comportaba como cualquier otra madre, teniendo muchos detalles con sus retoños, y desviviéndose por ellos. Sin embargo ella tenía una preocupación: la extrema soledad cuando ellos iban a la escuela.
Dicha soledad fue la que le empujó a llamar a su hermana Katerina, para que se fuera a vivir con ella y sus hijos, a su casa. Katerina aceptó la propuesta...
Durante sus años en la universidad, las dos hermanas conocieron a una chica de nombre Barbora Skrlová, la cual padecía una de estas enfermedades llamadas como raras, la cual consistía en aparentar ser una niña, cuando en realidad ya era una persona adulta. Al parecer su enfermedad era del tipo glandular.
Ella ni corta ni perezosa, utilizaba su propia enfermedad, para cometer delitos de todo tipo, a sabiendas que cuando vieran que era una supuesta niña, las autoridades no iban a perseguirla.
Sin lugar a dudas y sin que sirva de justificación, la presencia de Barbora en las vidas de Klara y su hermana Katerina, marcarían su destino para siempre.
Pasaron de ser unas chicas muy religiosas, a cambiar sus caracteres por completo, hasta el punto de no importarles absolutamente nada todo lo relacionado con la religión que tanto habían practicado a lo largo de sus jóvenes vidas.
Barbora introdujo a las dos hermanas checas, en una especie de culto denominado como "Movimiento del Grial", el cual consistía en que todo aquel que estuviera dentro de dicho movimiento, debía por obligación liberarse de tabúes sociales, como por ejemplo la práctica del incesto (sexo entre familiares) o por ejemplo el canibalismo.
Al parecer tenían un líder con identidad oculta como no podía ser de otro modo, con el sobrenombre de "El Doctor", el cual ordenaba a sus fieles seguidores mediante SMS a sus teléfonos, lo que tenían que hacer en el día a día. Entre dichos seguidores, ya se encontraban nuestras 3 protagonistas.
Este monstruo del cual hemos hablado anteriormente, apoyaba firmemente el abuso sexual a menores, la esclavitud de niños, y todo lo relacionado con hacer daño a personas menores de edad.
Klara por su parte totalmente influenciada por Barbora, y como poseída por el mismísimo diablo, comenzó a dejar de ducharse, y se afeitó la cabeza y las cejas, para imitar a su gran amiga.
A pesar de todo, Klara seguía atendiendo a sus hijos con casi toda normalidad, y esto hacía hervir la sangre de Barbora, la cual comenzó una campaña contra los pequeños, lavándole el cerebro a Klara, para que comenzara a tratarlos mal. Todo esto, porque ella era muy posesiva y celosa...
Se llegó a creer en su momento, que en realidad Barbora estaba enamorada de Klara.
Klara comenzó a sentir animadversión por los críos, y una vez Barbora ya tenía controlada toda la situación en la casa, le propuso a Klara el construir una especie de jaula de hierro, para introducir allí dentro a los pequeños, diciéndole textualmente "de este modo ya no nos molestarán y podremos continuar con nuestras misiones en la Tierra".
Todo esto sucedió en el año 2007, es decir relativamente cercano en el tiempo. Los niños entraron en aquella jaula maldita en dicho año, y allí estuvieron encerrados hasta un año después.
La pesadilla terrible solo había hecho que comenzar, para los pequeños Ondrej y Jakub. Una vez ya encerrados en la jaula, los dejaron completamente desnudos, para que hicieran sus necesidades en el suelo, y no en sus ropas.
Barbora no contenta con esto, comenzó a dar nuevas instrucciones a la madre y tía de los niños, instrucciones las cuales siguieron a vuelapluma...
Comenzaron a someter a unas torturas terribles a los pobres críos, consistentes en quemarlos con cigarros, aplicarles descargas eléctricas a través del hierro de la jaula, les azotaban con látigos a carne viva, y les sumergían las cabezas en cubos de agua. Así mismo los aseaban con agua muy fría, o hirviendo dependiendo de lo que decidiera Barbora.
Lo peor de todo, es que los pequeños debían dormir allí dentro encerrados en esa jaula, sin mantas ni ropa donde abrigarse del terrible frío checo, y debían hacerlo sobre sus propias heces y orines. Cualquier esbozo de cualquiera de los niños, ellas respondían con golpes brutales a través de los barrotes.
Este monstruo llamado Barbora, un día se le ocurrió que los niños debían engordar ya que estaban muy flacos, y para ello comenzaron a darles abundante comida y bebida. Cuando habían cogido peso, uno de ellos (Ondrej), viviría la mayor pesadilla que un niño podría tener en su vida, cuando su propia madre con un cuchillo, y siguiendo las instrucciones de Barbora, le arrancó unos pedazos de carne, de su pierna.
Su hermano Jakub presenció aquella escena, como pueden imaginar absolutamente aterrorizado, a sabiendas que en algún momento le tocaría a él el turno.
Las tres comenzaron a comerse la carne del niño, delante de ambos, y ante los gritos de dolor ensordecedores del pequeño Ondrej.
Klara volvió a cortar carne de los niños, en este caso de su otro hijo Jakub, y nuevamente se repitió el atroz acto, ante la vista de los niños. Y así sucesivamente, durante todos los meses, al menos una vez, practicaban el canibalismo con los pequeños.
Afortunadamente y como pasa en el 99 por ciento de este tipo de casos, un error cometido por un monstruo que tiene una inteligencia nula, sería el que al final dejaría toda esta trama de sangre, canibalismo, aberración y maldad a raudales, al descubierto.
Barbora (el monstruo) decidió comprar una cámara de vigilancia que se utilizan para vigilar a los bebés en sus habitaciones, y la misma la instalaron en el lugar donde estaban los niños metidos dentro de la jaula del horror. Casi como si de un milagro se tratara, los vecinos de ellas, también instalaron una cámara similar para controlar a su bebé, y con tan buena suerte que se produjeron interferencias, y en realidad los vecinos vieron las imágenes de los niños, cuando estaban siendo torturados por estos 3 seres inmundos.
Este vecino muy hábil, grabó un video de las imágenes atroces que estaba presenciando, y lo llevó corriendo a la policía, la cual comenzó la investigación en tiempo récord, ante el inminente peligro que tenían los dos niños, de perder la vida en cualquier momento.
Fue el 10 de mayo del año 2007, cuando la policía entró a la fuerza en la casa de las 3 sujetas, a pesar de la amplia resistencia que presentaron las dos hermanas, para que los agentes no llegaran hasta el ático donde estaban los pequeños metidos en la jaula, y con parte de sus cuerpos totalmente desmembrados y mutilados.
Muchos de los agentes que participaron en la operación, confesaron que nunca habían visto algo igual en toda su vida como policías, y confesaron haber sufrido nauseas dado el olor nauseabundo que había allí dentro, provocado por las heces, los orines y la sangre y carne podrida, que había en el interior de la jaula donde estaban los menores, en condiciones lamentables y dignas de una película gore.
Lo más sorprendente de esta historia, fue el desenlace de la misma en relación a Barbora. Aprovechando su aspecto de niña de entre 10 y 15 años, supo engañar a los agentes durante el registro, sosteniendo un muñeco de peluche, y diciéndole a los policías que estaban en pleno registro de la casa de las hermanas Mauerova, que era una niña pequeña que había sido adoptada por Klara. De este modo logró huir de los policías.
Uno de los pequeños falleció en el hospital, ya que tenía parte de la carne de su cuerpo colgando, y completamente podrida. Desconocemos la identidad del fallecido.
El otro niño logró sobrevivir, y fue pieza clave en el juicio contra su madre y su tía, para que ambas fuesen condenadas como autoras de los delitos tan aberrantes.
Durante la celebración del juicio, ambas declararon que la culpable de todos los hechos era Barbora, pero fueron condenadas igualmente. Barbora logró escapar tal y como comentamos anteriormente, y su punto de huida fue al país de Noruega, donde tras hacerse pasar por un niño, siendo incluso adoptada por una familia de dicho país escandinavo, fue detenida por la policía un año después de fugarse de la República Checa.
Los padres adoptivos del supuesto niño de 13 años llamado Adam, quedaron totalmente consternados cuando se enteraron que en realidad su supuesto hijo adoptivo, era una mujer de 36 años, que además era una caníbal muy peligrosa.
Este suceso ha sido calificado por parte de las autoridades de la República Checa, como de los más atroces y horripilantes de la historia criminal del país, al menos en lo que se refiere a abusos brutales sobre personas menores de edad.
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